ENTREVISTA

Ernest Martínez-Izquierdo: "Cuando vuelvo a Barcelona, me duele ver la falta de recursos"

El extitular de la OBC regresa al Palau al frente de la Orquesta Gulbenkian para estrenar una obra de la finlandesa Kaija Saariaho

Ernest Martinez Izquierdo

Ernest Martinez Izquierdo / periodico

MARTA CERVERA / BARCELONA

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Ernest Martínez Izquierdo, exdirector titular de la OBC, estrena esta noche en Barcelona 'Linterna mágica', de la finlandesa Kaija Saariaho, una de las pocas mujeres compositoras que se ha abierto camino en la música contemporánea. El músico barcelonés, su director de cabecera desde hace lustros, al frente de la Orquesta Gulbenkian de Lisboa completará el programa en el Palau con 'El pájaro de fuego' de Stravinski y El 'Concierto para piano núm. 2' de Rachmaninov, con Nikolai Luganski como solista.

¿Qué le hizo conectar tanto con la música de Saariaho? Es un misterio, porque venimos de mundos muy diferentes. Tras mi primer concierto en Finlandia, me ofrecieron la posibilidad de dirigir un monográfico suyo con el Ensemble Avanti. Al principio, como yo había hecho muchas obras de Magnus Lindberg, cuya música es muy enérgica y dinámica, la de Saariaho me chocó porque era justo lo opuesto.

Pero le sedujo… No pude resistirme a su encanto. Su música es sensual, refinada, intimista y muy femenina, aunque no sé si esto queda bien decirlo. Me sentí muy a gusto con ella y desde entonces no he dejado de dirigir sus obras.

La última fue su ópera 'Émilie', que preestrenó en Quebec. ¿Cómo es? Una maravilla, porque la puesta en escena de Robert Lepage, que es un genio, es mágica. Utiliza leds para crear imágenes y atmósferas y juega con la participación de acróbatas, lo que le da un punto circense pero de una belleza impresionante.

¿La veremos aquí? No sé. Yo no pierdo la esperanza. Por mi parte, el próximo día 25 ofreceré con el conjunto Barcelona 216 'Émilie suite',  la versión reducida y en concierto de la tercera ópera de Saariaho.

¿Añora Barcelona? Añoro a mi familia, a la que vengo a ver cuando puedo. Esta ciudad siempre formará parte de mí pero soy muy feliz en París, donde hay un gran ambiente musical. Volver sería dar marcha atrás y quiero seguir creciendo. Mis posibilidades son mejores fuera. Aquí me duele ver la falta de recursos, basta ver la precaria situación de la Barcelona 216.  

¿Qué proyectos le esperan? Me hace mucha ilusión dirigir por primera vez ‘El martillo sin maestro’ de Boulez, una obra difícil que llega en el momento justo para mí. La haré con la Orquesta de Cadaqués en marzo en Madrid, Valladolid y Bilbao. En Catalunya no interesó, una lástima. Esta obra la trabajé con Boulez. La partitura tiene sus anotaciones. ¿Qué mejor homenaje puedo hacerle tras su muerte?  

Usted fue asistente de Boulez. Decidí inclinarme por esta profesión por él. Era un personaje, porque más que un compositor era un pensador. Fue mi modelo. Tenía todos sus discos y trabajar con él como asistente fue un tremendo empujón.

¿Otros proyectos? Me hace mucha ilusión el estreno mundial del 'Concierto para arpa' de Saariaho en Tokio, con la Sinfónica de Tokio en verano. Esa-Pekka Salonen suele encargarse de los estrenos y yo me encargo de las siguientes interpretaciones. Esta vez tendré yo el honor. Y en el 2017 estrenaré una ópera de Martin Matalon que impulsan nueve teatros de ópera municipales de Francia, lo que permitirá hacer unas 27 funciones. El libreto es de Copi. Estamos empezando y el proceso será largo. Es una astracanada muy loca y perfectamente operística. A veces da la sensación de que la ópera contemporánea es muy intelectual y poco dramática. Esta es todo lo contrario.