ENTREVISTA

Emma Watson: "En Hollywood están obcecados con las tetas enormes"

La actriz encarna a una de las más famosas princesas Disney en la versión de acción real de 'La Bella y la Bestia', que se estrena este viernes

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NANDO SALVÀ

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Desde que alcanzó el estrellato dando vida a la maga Hermione en la saga 'Harry Potter', ha huido del encasillamiento de varias maneras: puso su carrera en un segundo plano para ir a la universidad, ha trabajado con autores como Sofia Coppola, Darren Aronofsky y Alejandro Amenábar; es cabeza visible del activismo feminista. Pero nada tan útil para hacer que el público deje de asociarla con un personaje que meterse en la piel de otro gran icono de la cultura popular. Watson encarna a una de las más famosas princesas Disney en la versión de acción real de 'La Bella y la Bestia', que este viernes llega a la cartelera.

La versión animada de 'La Bella y la Bestia' (1991) es uno de los mayores éxitos de toda la historia de Disney. ¿Qué recuerdos tiene usted de ella? No sé cuántas veces la habré visto. En casa teníamos una cinta de VHS y acabó destrozada de tanto usarla. Mis padres fueron muy felices cuando eso sucedió. Por esa época intentaba caminar como Belle, y soñaba con pasearme por la campiña francesa con una cesta llena de pan y de queso.

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¿Por qué diría que tanto el personaje como la película en su conjunto son modelos de conducta para la infancia? En mi caso, fue gracias a Belle que empecé a comprender que ser una chica que corría el riesgo de ser un hándicap para mí; a percibir cierta sensación de desigualdad en el trato que las mujeres recibían. Y Belle es una mujer que no se deja influenciar por los típicos prejuicios de la sociedad, siempre intenta tener opiniones propias. Viéndola en pantalla cantando versos como “Quiero más que esto” y “No quiero casarme con este hombre”, sentí que me hablaba directamente a mí. Eso me dio una guía hacia mi propio lugar en el mundo. Sería estupendo que, ahora, esta nueva versión del personaje haga a algunas niñas sentir lo mismo. 

¿Qué aportaciones específicas hizo al personaje? Intenté imponer mis ideas sobre ella lo más posible sin que me despidieran. Quise que tuviera una imagen lo más fuerte e independiente posible. Que vistiera botas, y pantalones por debajo del vestido para poder montar a caballo. Insistí en que tuviera grandes bolsillos en los que pudiera meter sus libros. También me empeñé en mantener mis pecas pese a que habitualmente las disimulan en pantalla; sé que a muchas niñas las acompleja tenerlas y está bien que vean a una princesa Disney con pecas. E insistí en que no intentaran cambiar la forma de mi cuerpo con corsés o postizos. En Hollywood por algún motivo suelen empeñarse en que los personajes femeninos tengan tetas enormes, están obcecados.

Pese a todo ello, en los círculos feministas tradicionalmente se ha criticado a Belle como un personaje que sufre síndrome de Estocolmo. ¿Qué opina usted? Si no me equivoco, el síndrome de Estocolmo implica que el prisionero acepte las características y opiniones de su secuestrador y que no quiera ser salvado. No creo que ese sea el caso de Belle, ella nunca deja de luchar con la Bestia para mantener su independencia. Y, al fin y al cabo, uno de los motivos por los que ella se enamora de la Bestia es que la Bestia la deja libra a pesar de que ello le causa mucho dolor.

Su personaje en 'La Bella y la Bestia' probablemente tendrá un gran impacto en la cultura popular, del mismo modo que ya lo tuvo su personaje en la saga 'Harry Potter'. ¿Qué expectativas tiene al respecto? Sí, de algún modo es como una ola que veo venir. Afortunadamente estoy mucho más preparada para navegar sobre ella que en el pasado, tengo más experiencia y mejores mecanismos de reacción. Por otra parte, en ese sentido siempre he sido capaz de tener los pies en tierra y la cabeza fría. Por ejemplo, al final de Harry Potter yo decidí tomarme mi carrera con calma para centrarme en la universidad, y no me importó que mucha gente me lo reprochara. Y siempre he sabido protegerme del entorno en cuanto me siento agobiada. Tengo facilidad para aislarme.

Desde hace un tiempo usted es embajadora de ONU Mujeres. ¿No es hacer películas de Hollywood algo trivial comparado con eso? No, para nada. Impulsar que se aprueben leyes igualitarias es de vital importancia, pero aún más importante es cambiar el modo de pensar de la gente, y en ese sentido el poder que tiene Hollywood para influenciar al público es inigualable. Sin ir más lejos, hay millones de Hollywood que nunca oirán un discurso mío en la Asamblea de las Naciones Unidas, pero que sí verán 'La Bella y la Bestia'.