Catherine Corsini: "Las lesbianas seguimos siendo motivo de mofa"

La directora francesa habla de su visión de las relaciones sentimentales entre mujeres en 'Un amor de verano'

Catherine Corsini.

Catherine Corsini. / periodico

NANDO SALVÀ

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Ha pasado buena parte de su carrera explorando las luces y las sombras de las relaciones sentimentales. Su novena película, 'Un amor de verano', cuenta la historia de un romance lésbico ambientado en los movimientos feministas de los 70.

¿Por qué ha preferido hablar de la homosexualidad femenina en los 70 y no hacerlo de la actual? Porque cuando empecé a escribir la película la ley sobre el matrimonio homosexual se discutía en Francia y eran tiempos muy tensos. Miles de personas salían a la calle con actitud muy agresiva, gritando proclamas homófobas y antiprogresistas. Si hubiera ambientado mi película en el presente tendría que haber reflejado ese clima político, habría sido una historia muy airada. En cambio, quise contar una historia llena de amor y lirismo, que al mismo tiempo mostrara los avances sociales logrados en el pasado para arrojar esperanza sobre el presente.

Usted ya ha hablado de homosexualidad en películas previas, pero nunca antes situó el asunto en el centro de una de ellas. ¿Por qué ahora? Supongo que sentía que no existía la distancia suficiente para que pudiera hacerlo sin  implicarme demasiado, o para filmar las escenas de sexo sin sentirme vulnerable. Siempre he tenido una relación conflictiva con mi propia intimidad. Y de hecho esta película no habría existido de no ser porque Elisabeth Perez, que es mi productora y mi compañera personal, realmente me empujó a hacerlo. Y le estoy agradecida por ello.

Usted ya estaba escribiendo esta película cuando 'La vida de Adèle', que cuenta una historia muy similar, de repente obtuvo un éxito internacional tremendo. ¿Qué sintió? Me sentí consternada durante dos meses, me preguntaba si debería seguir adelante o abandonar el proyecto. Decidí seguir porque tenía una fe enorme en él. Además, 'La vida de Adèle' fue dirigida por un hombre. Yo en cambio soy una mujer homosexual, y me siento más legitimada para hablar de amor entre mujeres. Sé de lo que hablo, y no voy a convertir a las lesbianas en caricaturas. Las mujeres homosexuales francesas no están muy contentas con 'La vida de Adèle', sienten que sus escenas de sexo son pura fantasía voyerística masculina.

También Un amor de verano incluye sexo insólitamente explícito…Claro. Para mí hacer el amor es muy importante, y quise comunicar todo el placer y la alegría y la libertad que el sexo puede proporcionar. Pero es sexo realista, no un histérico ejercicio de aerobic.

Como acaba de comentar, Francia sigue intolerante respecto a la homosexualidad. ¿Cómo se lo explica usted? Nos enfrentamos a un periodo muy oscuro en Francia. El país se está cerrando sobre sí mismo, y el cine y la cultura deben luchar contra esa tendencia. Y es importante que nuestros líderes sean gente cultivada, porque está demostrado que un jefe de estado culto da preeminencia a la cultura. La cultura debe estar más presente en escuelas, porque es la única arma contra el barbarismo.

¿Por qué cree que se hacen muchas más películas sobre hombres homosexuales, pero comparativamente muy pocas sobre mujeres homosexuales? Porque, también en el mundo del cine, los hombres salen del armario mucho más que las mujeres. No conozco a una sola actriz francesa que lo haya hecho, como si las actrices tuvieran prohibido ser lesbianas. Incluso entre las directoras es difícil, a mí misma me llevó mucho tiempo salir. La homosexualidad femenina sigue siendo motivo de mofa, el resto de la sociedad nos sigue mirando como quien visita el zoo y contempla con curiosidad cómo se comporta una especie exótica.