ENTREVISTA

Carlos Zanón: "El taxi llega a todas las Barcelonas posibles"

El escritor se aleja de la novela negra con 'Taxi', protagonizada por melancólico conductor que ronda por Barcelona como un Ulises motorizado

El escritor Carlos Zanón publica 'Taxi'.

El escritor Carlos Zanón publica 'Taxi'. / Albert Bertran

Ernest Alós / Barcelona

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Hablamos con Carlos Zanón en la estación de Sants. Al cabo de una hora se sube a un AVE hacia Madrid para empezar la promoción de su novela ‘Taxi’ (Salamandra). Hijo y nieto de taxistas, se aleja de la novela negra con la historia de un conductor que navega como un Ulises barcelonés entre mujeres que no le quieren, colegas que le quieren mal, una bolsa llena de 'pastis' y un pasado familiar complicado. Caras de circunstancias y pocas ganas de dejar Barcelona en estos días; a ver qué sucede mientras está fuera. Fue el día 4, pero podría ser cualquiera de los anteriores o posteriores.

No es el mejor día. Podría ser peor.

Bueno, será peor. Pues sí. Aprovechemos.

El protagonista de la novela, Sandino (ese es su mote, en homenaje al disco de The Clash), es ‘el taxista triste’. ¿También estaría triste estos días, o tendría bastante con lo suyo? Estaría preocupado. No es una persona violenta, es una persona que intenta solucionar las cosas. Estaría triste y abrumado por la violencia y el clima de tensión. Sandino no entendería ni a unos ni a otros.

El conflicto no está muy presente en la novela, pero un momento compara a los de la CUP con Moisés, San Pablo y otros intransigentes que prefieren el sacrificio. ¿Añadiría a alguien más en estos papeles, o en el de legionario romano? O en el de cristiano en el Coliseo. Cuando no tienes la opción de negociar, pactar o hacer política puedes amoldarte y esperar a mejor momento o bien te enfrentas. El problema es que el sectarismo, los iluminados, a veces se enfrentan a una pared, y las paredes son duras. Prefiero una persona flexible, que llegado el caso pueda darte la razón. Las personas que sabes que nunca te darán la razón, que nunca las puedes convencer de nada, me dan miedo.

"El problema es que los iluminados a veces se enfrentan a una pared, y las paredes son duras"

La tristeza de Sandino. ¿De dónde viene? Es más una melancolía. No desea las cosas sino que va detrás de todo lo que tiene a su alrededor a ver si conecta con algo. Que las cosas no te hagan demasiado daño pero tampoco te entusiasmen demasiado, que vayas vagando, que te sea igual una persona que otra, un barrio que otro, que tengas la sensación que puedas estar bien o mal con una persona u otra.

¿Y su adicción al sexo, con un amor en cada parada o en cada barrio? Tiene alrededor todo un universo femenino, mujeres que son como islas. Yo tenía como referencia la ‘Odisea’. Diosas, sirenas. Él se relaciona con la ciudad a través de las relaciones sentimentales, pero no es un adicto al sexo. Quiere enamorarse, que alguna persona sea importante para él, como para tomar decisiones e ir a casa. Pero como son seis noches y siete días, tenía que acumularlo todo y parece que sea un máquina, Don Draper en el taxi, pero no… Los polvos no son tantos.

¿El taxi es lo que te permitía saltar mejor de barrio en barrio? El taxista me interesaba por esto. Yo quería dejar de tocar determinados ambientes y subir a la Bonanova. El taxi llega a todas las barcelonas posibles. Después, porque mi padre, que era taxista, como mis dos abuelos, cuando yo pensaba de pequeño que qué trabajo más de puta madre que tenía, me dijo que es muy duro un trabajo en el que tú no tienes ningún interés por ir a ninguna parte, que te es igual ir a un lugar u otro y en el que dependes de lo que te digan los demás. Me servía también como metáfora de Sandino, de alguien a la deriva. Y el taxi como cubículo en el que te encuentras con una persona y puedes sincerarte, o inventarte quién eres, o engañarlo, da mucho juego narrativo. Y es verdad, es un confesionario en el que puedes explicar que tu novia es una top model o ponerte a llorar porque se ha muerto tu hijo.

"Mucha gente actúa como si el taxista fuese un perro o un mueble"

En la secuencia de confesiones extravagantes en el taxi, ¿ha dejado ir la imaginación, o ha recogido casos reales? He dejado ir la imaginación porque algunas cosas que me han explicado eran demasiado inverosímiles. Aunque mucha gente actúa como si el taxista fuese un perro o un mueble. Pero yo no quería hacer el día a día de un taxista. De hecho es un taxista raro. Es como si tú o yo empezásemos ahora a hacer el taxi y no quisiéramos dejar de leer o de que nos gustasen determinadas películas. No quiere pasar a ser una parte del motor del coche. Porque cuando llevas 30 años haciendo el taxi acabas siendo parte de la máquina.

¿Qué sucede más, que el taxista abrume al viajero hablándole, o al revés? Hay de todo. El taxi es un trabajo muy solitario. No tienes relación como con los compañeros de trabajo. También hacen hablar a la gente para saber de qué palo van; en la noche se hace mucho.

¿Las paradas no son un espacio de socialización? ¿Entre emisoras y apps, se ha perdido algo? Acabas quedando en la parada, se hace amigos. Necesitan sentirse parte de una comunidad.

"Barcelona es muy clasista. Una sociedad clasista funciona creando la apariencia de que no lo es hasta que te dejan claro que no eres uno de ellos"

Hay otra novela en la novela, ¿no? La historia de la abuela y la familia de casa buena con la que creció. Y al final convergen. A medida de que va avanzando la novela Sandino va entendiendo cosas de la vida de su abuela, que es una novela en sí, y el paralelismo del desclasamiento en una sociedad como la de Barcelona que no se ve pero es muy clasista. Su abuela llega hasta un punto en que esta integración en una familia que a priori era la suya se trunca, y a Sandino Llámame Nat [una elegante clienta de la Bonanova`que le lleva loco] le dice ‘hasta aquí’. Quería una novela que se saliese del marco y manchase la pared. Una sociedad clasista funciona creando la apariencia de que no lo es, hasta que te dejan claro que no eres de ellos.

A Pedralbes le llama Barcelona Johanesburgo. Es el único ghetto, no hay comercios, parece que esté vallado de una forma invisible. Reconozco que tengo prejuicios con la gente de mucho dinero, de entrada no me caen bien. Porque tenemos tendencia a hacer una caricatura del otro. Es una manera de defenderse.

Utiliza un castellano contaminado por el catalán. Hay una voluntad de estilo. No reivindico mis errores de sintaxis y ortografía, pero el habla mestiza y contaminada de Barcelona la reivindico. Para que me suene bien me ha de sonar como la gente habla aquí. ¿Porque soy de Barcelona me han de corregir, pero si fuese de Perú o Bolivia estaría dando vitalidad al idioma?

Aparecen el tráfico de drogas. Y el terrorismo. Me servían como trama de ‘thriller’ para sostener la novela, porque no quería una novela diletante sobre un tipo que no sabe quién es y va de una chica a otra.

"Reivindico el habla mestiza y contaminada de Barcelona. ¿Porque soy de Barcelona me han de corregir, pero si fuese de Perú estaría dando vitalidad al idioma?"

¿Pero de la etiqueta de autor como novela negra cree que ya se despega con este libro? Lo que sí tengo claro es que esta no es una novela negra. Pero mi mirada es negra, no lo puedo evitar, es una mirada pesimista respecto a la naturaleza humana, con personajes que si pueden tomar dos decisiones malas toman la tercera, que es peor… Esto me acompañará siempre.

Y va y asume el comisariado de BCNegra y escribir un nuevo Carvalho. Lo que dice mucho de mi capacidad de análisis de la situación. Quiero publicar ‘Taxi’ en una colección que no sea negra y acto seguido hago esto. BCNegra será un festival con muchos escritores, de muchos países, y que quiero que gire alrededor de un tema que unifique, y que sirva para lo que sirve la novela negra, la denuncia. Un festival que anime a tanta gente como cuando lo programaba Paco Camarasa. En que los escritores no tengan que pedir disculpas por escribir novela negra.

¿Y el Carvalho? Estoy trabajando. Tengo la mitad del libro. Pero espero que la realidad se detenga un mes o dos. Quería hacer mi Carvalho en el 2017, pero si no aparece el atentado o lo detengo antes del referéndum… esperaré un poco a ver qué pasa para que mi Carvalho sea vigente.