Buika, 20 minutos de quietud

El título del nuevo disco de Buika, el epé 'Para mí', lo dice todo: la cantante mallorquina brinda ahí al oyente una oportunidad para la introspección, la calma y el alejamiento del ruido del mundo. Esa es la intención. "Crear un instante de quietud, algo que hoy en día nos hace falta: para pensar, para no hacer nada, para ser tú…", explica por vía telefónica desde Miami, donde vive, en vísperas de sendos recitales en Catalunya: este lunes en el Palau (inauguración oficial del Festival del Mil·lenni) y el próximo viernes en el Auditori de Girona.

Para abrir ese espacio de serena gratificación se ha valido esta vez de fibras flamencas, formas de canción desnuda y un poco de aquel aroma jamaicano que envolvió su anterior disco, 'Vivir sin miedo' (2015). Y todo ello, en un formato pequeño: cinco canciones, 20 minutos. Concha Buika no pide más que esa fracción de tiempo a quien se acerque al disco. "Antes nos sentábamos a escuchar un álbum durante una hora, solos o con los amigos, comentando las canciones", reflexiona. "Hoy, en cambio, la música se escucha mientras trabajas o cocinas, y si haces eso te sientes culpable: '¿Cómo voy a estar una hora sin hacer nada, con todas las cosas que hay que hacer?'".

Contra las urgencias

Así que 'Para mí' desprende ese mensaje de alternativa a los vértigos de la vida moderna. "La idea es que si tú no puedes regalarte a lo largo de un día 20 minutos para estar tú sola, es que tienes que replantearte cómo estás viviendo tu vida, ¿entiendes?", argumenta Buika, si bien reconoce que el repertorio contemplado esta vez no permitía una mayor duración. "En este momento no tenía 14 canciones para publicar. El epé es un acto de sinceridad, de no forzar las cosas".

La sonoridad es cálida y sencilla, y su voz camina de la mano de una guitarra flamenca, un cajón, un toque de metal… "¡Yo soy muy simple!", exclama. "Y me gusta mucho la pureza del sonido". Una composición propia, 'Hija de la luna', es la que aporta una base instrumental más densa, en torno a un ritmo jamaicano. "El reggae es parte de todos nosotros, que hemos soñado con la libertad y la hemos trabajado de una manera muy idílica, romántica y bohemia", razona.

Buika se acerca a Manzanita ('Ni contigo ni sin ti') y a Camarón, evocado ese 'Dios de la nada' que ella asocia "a una palabra, soltarse, que es lo más parecido a libertad y felicidad", y al libro de versos y fotos que publicó hace tres años, 'A los que amaron a mujeres difíciles y acabaron por soltarse'. "Es pensar: 'Te quiero, pero ya no eres mi responsabilidad; aquí tienes mi corazón, yo ya no voy a sufrir'. Para mí, la canción de Camarón es eso". Aunque admite que la lectura es abierta. "Las canciones tienen un mensaje secreto y cada persona sabe lo que le dice".

De la copla al reggae

Ya sea escorándose hacia la copla, el flamenco, el jazz, el funk o el reggae, se diría que Buika es Buika, imprimiendo su personalidad a la música por encima de las categorías. "De jovencita ya me decían: 'Con eso de cantar una copla y luego una bulería y luego una de Michael Jackson no vas a llegar a ninguna parte'", explica. Pero se le disparan las alarmas cuando se le habla de su identidad cultural. "Siempre he tenido un problema con eso. De pequeña me decían que yo era de Guinea Ecuatorial, aun sin haber estado nunca allí. Pero salía a la calle y me decían 'tú eres española', o 'tú eres mallorquina'. Y luego yo iba diciendo que era de Palma pero había quien no se quedaba tranquilo hasta que no me oía decir que nací en África", recuerda.

Y al final, la música juega un papel al elegir su lugar en el mundo. "Si me piden que me posicione en una cultura debo hacerlo de una manera muy universal. No me queda otro remedio que representarme a mí misma. Y creo que mi música es un reflejo de eso", reflexiona Buika. La música, añade, como patrimonio colectivo genuino. "El arte es todo lo que tenemos. Una canción, una obra de teatro, un cuadro…, eso es lo que cuenta de la humanidad, porque los libros de texto los escribieron quienes ganaron las guerras". Canciones como las de 'Para mí', que mostrará arropada por un grupo de cuatro músicos. "¡Unos soldados impresionantes!".