Maria Antònia Oliver y el agravio del Premi d'Honor

La escritora y traductora mallorquina se convierte en la cuarta mujer que recibe el galardón de Òmnium Cultural

Entrega del 48 premio de honor de les lletres catalanes a Maria Antonia Oliver de manos del presidente de Omnium Jordi Cuixart.

Entrega del 48 premio de honor de les lletres catalanes a Maria Antonia Oliver de manos del presidente de Omnium Jordi Cuixart. / CARLOS MONTANYÉS

EL PERIÓDICO / BARCELONA

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La escritora y traductora mallorquina Maria Antònia Oliver (Manacor, 1947) se ha convertido hoy en la cuarta mujer a la que se le concede el Premi d'Honor de les Lletres Catalanes desde su institución en 1969 por Òmnium Cultural. El presidente de la asociación, Jordi Cuixart, ha reconocido que se trata de "un agravio injusto" en el transcurso de la ceremonia, que ha presidido en el Palau de la Música el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont.

Oliver perteneció a la generación de los 70, formó parte del colectivo literario Ofèlia Dracs y con el propósito de llenar algunas lagunas en la producción editorial catalana como la novela negra, la erótica o la fantástica, ha escrito novela, cuentos, teatro, narrativa infantil, artículos, traducciones y guiones para cine, televisión y radio. "Su obra es inseparable del compromiso con el país", ha añadido Cuixart.

La actriz Ariadna Gil ha leído fragmentos de algunas de estas obras en el Palau, en el que el editor Àlex Broch ha evocado la importancia de la generación literaria de los 70, y algunos de sus personajes han cobrado vida sobre el escenario de la mano de varias actrices. "Maria Antònia Oliver ha sido una de las más firmes columnas vertebrales de esa generación, insobornable en sus ideas, majestuosa con la lengua catalana e incisiva con los temas que trata", ha subrayado Broch.

"Cuando me comunicaron el premio fue como una inyección en vena de pan con aceite, tomate y olivas", hasta el punto de que "había dejado de escribir, porque no podía, y ahora espero que pronto pueda tener otra obra mía en las librerías", ha explicado la escritora. Oliver, que ha compartido el premio con su marido, el malogrado Jaume Fuster, y ha ironizado con que en los años 70 no podía evitar sentirse "florero" y "ensaimada" para cubrir la cuota femenina y mallorquina en las reuniones clandestinas. "Hoy he vuelto a sentirme florero al ser la cuarta mujer en 48 premios entregados", ha añadido, antes de confesar que no le gusta el nombre del galardón. "Crecí con el honor a la patria, a las fuerzas armadas y al caudillo, y además el honor es masculino y como mujer no me interesa", ha dicho.