UNA EXTRAORDINARIA puja DE NUMISMÁTICA

Dracmas, cruzados y florines

Una exhaustiva colección de moneda catalana sale a subasta en Barcelona

RAREZAS3De arriba a abajo, cuádruple corona de oro Valencia; dracma de Emporion (Sant Martí d'Empúries), y dinero de plata 'de los bueyes'.

RAREZAS3De arriba a abajo, cuádruple corona de oro Valencia; dracma de Emporion (Sant Martí d'Empúries), y dinero de plata 'de los bueyes'.

NATÀLIA FARRÉ / Barcelona

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Las primeras monedas que se vieron en la península Ibérica circularon por Emporion y Rhode, las actuales Sant Martí d'Empúries y Roses. Y lo hicieron en el siglo V antes de Cristo, cuando los griegos desembarcaron en las costas catalanas y trajeron consigo su cultura y su moneda, que había aparecido en Lidia 200 años antes, una novedad teniendo en cuenta que por entonces el mundo no giraba tan deprisa como ahora. Primero acuñaron pequeños divisores de plata, luego llegaron los dracmas, más grandes y más pesados. Tanto unos como otros son una rareza de encontrar, y tanto unos como otros tienen representación en la exhaustiva subasta de numismática que hoy se celebra en Aureo & Calicó. Bajo el nombre de Ramon Muntaner, el gran cronista catalán, la tienda barcelonesa pone a la venta la mayor colección que nunca se ha visto en el mercado de monedas acuñadas en los territorios que en algún momento formaron parte de la corona catalanoaragonesa.

Los 1.250 lotes, varios inéditos, permiten recorrer la historia de Catalunya desde los griegos hasta el siglo XX. Áureos romanos, sólidos bizantinos, dírhems, dineros, florines, cruzados, reales, carlinos, escudos y trentines que han sobrevivido en bolsillos de menestrales, payeses y comerciantes, y también en los de almogávares, defensores de los austriacistas, simpatizantes de los borbones, y amigos y enemigos de la ocupación napoleónica. Ya que Catalunya acuñó moneda de forma continuada hasta que Felipe V abolió este derecho. En los siglos posteriores realizó emisiones esporádicas, como las realizadas durante la guerra del francés o las acuñadas por la Unió Catalanista, en 1900, con el intento de recuperar la moneda catalana.

La importancia de la subasta no radica en su montante, muy alejado de los entre 18 y 25 millones de euros en los que se tasó, en el 2012, la colección de moneda hispánica de la Hispanic Society of America y de los 800.000 euros de salida de algunas de las piezas de la puja, en el 2009, de la Colección caballero de las Yndias; sino que reside en su exhaustividad a la hora de recoger la moneda acuñada en Catalunya a lo largo de la historia, y en el hecho de que muchas piezas sean inéditas. Eso significa que se conocía su existencia pero nunca se habían visto, ni siquiera en fotografía. Ahí están los medios cruzados de Enrique de Castilla y de Pedro de Portugal, de los que se había llegado a dudar de su supervivencia y que hoy saldrán a subasta con un precio de salida de 5.000 y 6.000 euros, respectivamente.

Las más caras

O el áureo romano de Tarragona acuñado en tiempos de Vespasiano (5.000 euros), que si no es una moneda única poco le falta, y el dinero de Murcia de Jaume II (3.000 euros), también muy raro. Aunque la pieza más cara es una excepcional, pero no inédita, cuádruple corona de oro de Valencia, cuyo precio de salida es de 18.000 euros, aunque los responsables de la puja afirman que posiblemente doblará su valor en el remate final. Le sigue crematísticamente un doble principado de Barcelona, de 1521, con las armas de Nápoles y Sicilia. Y como bella gana la partida una de las amonedaciones episcopales de Vic: el dinero de plata llamado de los bueyes, una magnífica muestra de arte románico incipiente.

Todas estas rarezas provienen de colecciones diferentes, aunque un conjunto así no se podía ver reunido desde que en 1888, durante la Exposición Universal de Barcelona, se exhibió la colección de Manuel Vidal Quadras, que posteriormente, en 1902, en París, se vendió y dispersó totalmente.