FESTIVAL DE FOTOGRAFÍA DOCUMENTAL

Imágenes para reflexionar

Docfield muestra el trabajo de 100 fotoperiodistas en 40 exposiciones desde el martes hasta el 23 de julio

'Weird animals', en El Espai Fotogràfic Can Basté.

'Weird animals', en El Espai Fotogràfic Can Basté.

NATÀLIA FARRÉ / BARCELONA

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«Ya no me gustan los cielos azules. De hecho, ahora prefiero los cielos grises. Los drones no vuelan cuando el cielo está gris». Con estas palabras explicaba Zubair Rehman, de 13 años, a cinco congresistas estadounidenses sus sensaciones tras la muerte de su abuela por uno de estos artilugios voladores en el noroeste de Pakistán, en octubre del 2012. Las mismas palabras que inspiraron a Tomas van Houtryve para su serie fotográfica Blue Sky Days, un trabajo para el que ató su cámara a un dron y viajó a lo largo y ancho de los EEUU para retratar los mismos acontecimientos que son objetivo de los ataques aéreos: bodas, funerales y grupos rezando o haciendo ejercicio. La muestra que aterrizará en el Arts Santa Mònica en julio es una de las 40 que participan en el Docfield, el festival de fotoperiodismo y fotografía documental que ocupará Barcelona desde el martes hasta el 23 de julio.

40 muestras gratuitas

Será la tercera edición de este encuentro que el año pasado sumó 134.000 visitantes, una cifra más que considerable, y que nació en el 2013 de la mano de Photographic Vision con el objetivo de «acercar la fotografía documental a la sociedad», apunta su directora, Silvia Omedes, y que tiene la vocación de «convertir Barcelona en una ciudad de referencia en el sur de Europa a caballo entre Perpinyà y Arlés», en relación a los reconocidos festivales Visa pour la image Les Rencontres. Para ello el Docfield ha programado 40 exposiciones gratuitas en diferentes espacios culturales de la ciudad que mostrarán el trabajo de 100 fotoperiodistas bajo el lema The Heart of The Matter (El quid de la cuestión), propuesto por Jessica Murray, directora artística de la cita.

La edición actual llega con novedades , entre ellas la intención de poner el foco en el paisaje cercano, «no solo en los desastres y los problemas de países lejanos y en vías de desarrollo», explica la directora. De ahí que los estragos de la crisis económica en España y los desordenes alimentarios de las jóvenes occidentales estén también presentes en las exposiciones, como lo están el reciclaje o el cambio climático, y el sur de Europa como puerta de entrada de la inmigración clandestina. Es la fotografía como «herramienta de reflexión de nuestro entorno», a juicio de Omedes.

Así, una de las principales exposiciones, en la fachada del Museu Marítim, recoge el trabajo de Francesco Zizola sobre el pesquero libio que en el 2013 naufragó cerca de Lampedusa (Italia) con 500 inmigrantes a bordo, la mayoría de los cuales murieron. Aunque están también la guerra de Ucrania, el sempiterno conflicto Palestino y los cambios que vive Cuba. La cita cuenta con un presupuesto de 102.000 euros; 20.000, de la Generalitat, y 8.000 del Ayuntamiento. El resto es iniciativa privada.