LO MEJOR DEL 2014 /2

Discos internacionales

Después de la clasificación de ayer de los libros favoritos del año, EL  PERIÓDICO ofrece hoy la lista de los mejores discos, exposiciones y  restaurantes, elegidos por los expertos del diario. Mañana le tocará el turno a  las películas, las series de televisión y los montajes teatrales que han  protagonizado este 2014.

'Lost in the Dream' de The War on Drugs

'Lost in the Dream' de The War on Drugs

JUAN MANUEL FREIRE

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‘IN CONFLICT’  OWEN PALLETT Una emotiva visión de la música pop como arte

Aunque la radio, últimamente, indique lo contrario, todavía existe música pop capaz por igual de resultar pegadiza y explorar formas compositivas y literarias más o menos ambiciosas, complejas, sugestivas.

El art-pop vive, y no tiene por qué dar miedo. Las canciones reunidas por el compositor (también clásico) Owen Pallett en In conflict pueden ser complejas, pero son fáciles de disfrutar. Tras algunos discos muy notables, primero bajo el alias de Final Fantasy, Pallett ha entregado aquí su mejor colección de canciones: una sucesión imparable de desafíos compositivos –equilibrios entre pop, clásica y vanguardia– que son, a la vez, dianas directas al corazón.

No solo por la belleza de los arreglos, o sus melodías inspiradas; también por unas letras en las que Pallett, antes con tendencia a la opacidad, explora emotivamente sus fantasmas personales, en algunos casos extensibles a toda la comunidad gay, todavía en este aún prehistórico siglo XXI víctima de la intolerancia. Sin eslóganes fáciles, Pallett recuerda cómo la homosexualidad sigue luchando por la aceptación.

¿Mejores canciones? Todas. Del lamento inicial de I am not afraid a las cuerdas embelesadoras con electrónica burbujeante de –> (2). Del crescendo sutil de Song for five & six a la catarsis de The Riverbed, con sintetizador de Brian Eno. Del lamento por Toronto –ya no tan inspiradora para él como antes– de On a path a esa sublime The secret seven en la que Pallett deja su número de teléfono para que llame quien quiera ayuda.

Disco del año, aunque apenas suene en la radio. Al menos todavía.

‘Benji’  SUN KIL MOON

Mark Kozelek, el hombre antaño conocido como Red House Painters, entrega un trabajo de honestidad brutal. Largas canciones acústicas, de arpegios embrujadores, con la realidad como base: su madre, su padre, sus primeras experiencias con el sexo. Obsceno por momentos y siempre obscenamente bueno.

‘Everyday Robots’  DAMON ALBARN

En su debut en nombre propio, el frontman de Blur se muestra íntimo e inspirado. Temas delicados que van de lo particular –la crisis de un amor en The selfish giant– a lo general, como en esa canción titular sobre la soledad derivada de la tecnología.

‘Lost In The Dream’  THE WAR ON DRUGS

La unión de rock clásico y moderno indie rock de Adam Graduciel alcanza su cima en este Lost in the dream de canciones panorámicas y ensoñadoras con influencias bien digeridas de Dire Straits, sobre todo a la altura de An ocean in between the waves. 

‘Popular Problems’  LEONARD COHEN

Solo dos años después de Old ideas –este llegó tras ocho años de silencio–, Leonard Cohen regresa con otro disco de arreglos esenciales, aquí bajo la supervisión de Patrick Leonard. Recitados amargos sobre Nueva Orleans y el conflicto árabe-israelí, pero también dos odas al amor.

‘Are We There’  SHARON VAN ETTEN

En sus inicios, esta cantautora folk-rock compuso canciones emotivas a partir del dolor del rechazo y la búsqueda de afirmación personal. Ya hace tiempo que no tiene nada que demostrar, pero aquí suena muy sólida, segura e imponente. Canciones gloriosas con elemento soul.

‘OUR LOVE’  CARIBOU

El mejor álbum de electrónica de baile del año. Un trip sin altibajos, intenso y cálido, a mayor gloria de las múltiples formas del amor. House-pop de tacto orgánico, hip hop marciano y r&b sofisticado cohabitan en este disco cerca de la perfección.

‘Divide Exit’  SLEAFORD MODS

El disco más punk de esta lista. El dúo de Nottingham siempre utiliza la misma fórmula –una base sencilla de caja de ritmos y bajo, su cantante lanzando palabras a chorro–, pero Divide and exit jamás aburre. Crónica visceral y sin compasión de la desilusión que recorre Inglaterra.

‘LP1’  FKA TWIGS

La artista antes conocida como Twigs ha confirmado la promesa de sus primeros epés con este fascinante álbum de R&B futurista, equidistante de la añorada Aaliyah y la Björk de Homogenic. Esconde una seria candidata a canción del año: Two weeks.

‘Wine Dark Sea’  JULIE HOLLAND

La cantautora del Este de Tejas sorprende con un disco oscuro y retorcido. Holland conoce a la perfección las músicas de raíz estadounidenses (blues, country, folk); aquí, en lugar de solo rendirles pleitesía, las conduce en direcciones únicas.