El bolero más gitano

No es ni mucho menos la primera vez que Diego El Cigala canta en el Teatre Grec. Pero nunca antes, en ningún otro lugar, tan controvertido cantaor se había mostrado tal como lo hará este viernes. Estreno absoluto de un espectáculo cuyo título lo dice todo: Piano y voz. Sin más. «Ni siquiera con Bebo llegué a hacer un concierto entero así. Será algo muy íntimo y profundo, lleno de nostalgia y emoción», afirma.

El repertorio se basará principalmente en los boleros (y alguna copla) de sus discos Lágrimas negras y Dos lágrimas. «Pero estrenaré unos cuantos temas que nunca antes había interpretado, como Amigo y Concavo y convexo de Roberto Carlos», anticipa. O el Te quiero, te quiero de Augusto Algueró, que hace años grabó a dúo con Rosario.

Al piano le acompañará el barcelonés Jaime Calabuch Jumitus. «Estamos ensayando y sale todo como si cantara y tocara el piano la misma persona. Tras diez años trabajando juntos hay mucha química». ¿El hecho de que también sea gitano fortalece esta unión? «Mucho. Son boleros de toda la vida, románticos, pero con la voz de un gitano y en las manos de un pianista gitano. Algo nada común». ¿Y es casualidad que las otras grandes voces del bolero patrias, Moncho y Tamara, sean también de su raza? «Es con lo que el todopoderoso nos dotó. Le dio a la humanidad cinco sentidos, y dotó de un sexto sentido musical al pueblo gitano».

Desde América

Canciones a piano y voz que grabará, aunque aún no sabe si acabarán conformando un disco. Lo que sí que tiene claro, es que de hacerlo no será dentro de los cauces tradicionales de la industria. «Cuando dejé la multinacional en que estaba abrí la veda, y hoy son muchos los artistas que también se independizan. Es más laborioso, pero eres libre y lo controlas tú».

Libre e instalado en República Domincana. «En Punta Cana se vive de maravilla». Casualmente, esta próxima semana está en España de gira Juan Luis Guerra. «Nos hemos visto un par de veces por allí». Del otro lado del charco provienen las últimas noticias que más han dado que hablar de Diego El Cigala.

El pasado mayo abarrotó el Carnegie Hall neoyorquino en su exitoso debut allí. Y eso que pocos días antes un diario de Puerto Rico lo vapuleaba diciendo que había cantado errático y bebido. «Eso lo escribió una periodista a la que yo no le quise conceder una entrevista 30 minutos antes del concierto. Y por lo visto le sentó fatal y dijo esa burrada, pero yo jamás he salido bebido a un escenario». ¿Nunca? «Mis copitas claro que me las tomo mientras canto, pero hay que tener muy mala baba para decir la barbarie que ella dijo».

También en el Caribe está grabando el que será su próximo disco. Cantando salsa, pero siempre con su inconfundible impronta flamenca.