Un exhaustivo repaso a la vida, la trayectoria y la ideología del cantautor

El día a día de Llach

EN PORRERA 3 Lluís Llach, bailando con su amiga Jorgina.

EN PORRERA 3 Lluís Llach, bailando con su amiga Jorgina.

NÚRIA MARTORELL/ Barcelona

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Es su primer libro. En realidad, Josep Maria Vileu (Tarragona, 1973) es "contable, informático, administrativo.... Hombre orquesta", ríe. Escucha y admira a Lluís Llach desde niño. "Mi padre me ponía el disco 'Gener 76' cuando tenía 3 años", recuerda. Y siendo adolescente, "en vez de ir a las discotecas", se iba "a las hemerotecas, en busca de información" de su ídolo. Estudió por su cuenta diseño gráfico. Pronto se sintió atraído por las redes sociales. Y en 1995 decidió crear una web con material del artista. Este es solo el germen de lo que ha acabado siendo el libro 'Lluís Llach. Quadern de Bitàcola' (Efadós).

Se trata de una detallada y exhaustiva cronología de este "guerrillero de la Cançó", como bautiza al cantautor en su libro. Un día a día de su carrera (y de su vida), trufada con fotos (algunas inéditas) y declaraciones del músico, así como recortes de prensa. Todo, orquestado por un hombre "obsesionado con la documentación" que contactó con la oficina de Llach para pedirles permiso para montar esa web germinal, que les ayudó durante años "contextualizando" toda entrevista y foto que ellos guardaban o salía publicada, que acabó llevándoles "el tema de la publicidad y comunicación" y que el propio artista ha querido que forme parte de la Fundació Lluís Llach, dedicada a proyectos solidarios.

Compromiso social

Ya en la misma tapa del libro se incluye en el título: 'Una vida dedicada a los escenarios y al compromiso social'. "Para que quede claro que también se refleja su carácter, concepción de la vida, su ideología, su dedicación a las causas justas. Me gusta una frase en la que reconoce que era algo así como 'la seguridad social de las causas perdidas'. Y lo sigue siendo".

La obra empieza, cómo no, con su nacimiento, un 7 de mayo (de 1948) ¡en Girona! (no en Verges, por cierto, a pesar de que Llach siempre se ha vinculado a esta población). De heho, el autor aprovecha para "corregir errores" que se han ido arrastrando, como la fecha del primer concierto después de varios intentos frustrados de Llach en Madrid (en el Teatro Español), que se celebró finalmente el 7 de diciembre de 1970, "con un despliegue policial que ocasionó cargas a la salida", recoge Vileu en el libro. "También se ha llegado a publicar que hizo una gira en California. Y cuando se lo pregunté, me dijo que nunca la hizo", aclara en esta entrevista.

Donde sí cantó y reiteradas veces  (cosechando un merecido eco y reconocimiento) fue en Francia. En 1985, tras su sonado concierto en el Camp del Barça, actuó en París por las mismas fechas que Julio Iglesias, lo que propició que la revista 'Metropolitain' le calificara de "anti-Julio (Iglesias)" -"dejando claro lo distintos que eran, vaya"-, y aseguraba que "en su Catalunya natal es tan conocido como Gaudí, el arquitecto loco de Barcelona". Y 'Le Quotidien' le bautizó como "el despertador de Catalunya".

Otro apartado que llama la atención es cuando le acusan de imitar y seguir los pasos de Joan Manuel Serrat, y Llach se defiende así de contundente: "De esto, nada. No tengo nada que ver con Serrat ni con ningún otro cantante.../ Mi línea se podría situar entre los dos extremos de la Nova Cançó: la Cançó social y la Cançó intrascendente. De las líneas existentes, creo que la única verdaderamente interesante y positiva es la de Raimon y Pi de la Serra. La de Serrat y la de los que le siguen va hacia una explotación comercial absoluta dentro de lo más intrascendente que se hace en el país".

¿Cree que se ha arrepentido de dejar los escenarios? "No, al contrario. Ha encontrado nuevas vías: su espacio, otra forma de vivir. Tenía derecho a jubilarse tras 40 años de gira. Y redescubrirse como una persona menos conocida. Irse a Senegal y poner en marcha sus proyectos para la fundación le hace feliz. Allí no arrastra la etiqueta de famoso y se divierte escribiendo libros. Tras el que dedicó a su admirado Miquel Martí i Pol, está elaborando una novela de ficción", revela, que cogerá el testigo de 'Memòria d'uns ulls pintats'.