Audiard, entre el amor y la supervivencia

'Dheepan' narra la historia de un refugiado de guerra ilegal en París

Jacques Audiard, en el centro, con los protagonistas de 'Dheepan'.

Jacques Audiard, en el centro, con los protagonistas de 'Dheepan'.

NANDO SALVÀ / CANNES

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La carrera de Jacques Audiard le debe mucho a Cannes. Fue aquí donde el francés se dio a conocer gracias a Un héroe muy discreto  y también aquí donde dio el salto al éxito internacional masivo tras ganar el premio especial del jurado con la epopeya carcelaria Un profeta (2009). En esos títulos, y en otros como De latir mi corazón se ha parado (2005) o el melodrama De óxido y hueso (2012), Jacques Audiard ha mostrado una preocupación constante por la masculinidad y la violencia, asuntos de nuevo presentes en la película que ayer presentó a concurso en el certamen.

Dheepan narra la historia de un hombre que viaja ilegalmente a Francia Dheepanhuyendo del horror de la guerra civil en Sri Lanka -en la que él participó de forma activa como soldado paramilitar- acompañado de una mujer y una hija que en realidad son una fachada. Instalados en un barrio periférico de París, comprobarán que allí la violencia urbana sustituye a la violencia bélica de su país de origen.

De nuevo, Audiard vuelve a hacer gala de una sensibilidad que hibrida dos tradiciones cinematográficas muy específicas: por un lado, cine social como el que los franceses llevan haciendo toda la vida; por otro, cine de género a la americana pero, eso sí, que se hace suyos los clichés que se estilan en Hollywood. En concreto, Dheepanque evoca películas como Taxi Driver (1976) o los relatos justicieros de Charles Bronson. El cambio de enfoque no debería funcionar pero lo hace, en buena medida por la singular capacidad para el lirismo de Audiard y porque está puesta al servicio de una historia de amor llena de compasión y ternura.

Poesía visual

Cuando Hou Hsiao-Hsien anunció que estaba trabajando en un filme de artes marciales, muchos de sus fans -y son muchos: el taiwanés es algo así como una rockstar del cine de autor- adoptaron la postura de alerta. Las patadas voladoras no casan con la sensibilidad artística de este cineasta. Pero, en realidad, The Assassin funciona respecto a ese género como The Assassin Dead Man 

Hou nunca ha prestado una gran atención a los pormenores de la narración, de modo que no es extraño que viendo la película resulte difícil seguir el hilo de lo que sucede en pantalla. El objetivo del cineasta es hacer poesía visual y, de hecho, The Assassin incluye la colección de imágenes más hermosas y evocadoras contempladas en el festival este año. Seguro que el jurado tomará nota de ello.