El Depósito Legal cumple 30 años

Que una sala de conciertos de Barcelona cumpla 30 años, como lo hizo Sidecar en el 2013, es un hecho histórico, pero que lo haga en L'Hospitalet de Llobregat, ciudad culturalmente siempre a la sombra de la capital catalana, es toda una heroicidad. Este mes la sala Depósito Legal, conocida entre su clientela como el Depo, celebra sus tres primeras décadas de actividad con un puñado de conciertos más llamativos de lo normal, teniendo en cuenta las modestas dimensiones del local. Y hoy mismo (22.00 horas) se marcan un doble programa con Manos de Topo y Nico Roig.

Depósito Legal abrió sus puertas en 1985, cuando los jóvenes llevaban hombreras y escuchar a Depeche Mode era lo más. Lo fundaron cinco jóvenes. Uno de ellos, Jorge Rodríguez, acabó dirigiendo la sala Bikini más de una década, y otra, Carmen Zapata, es hoy gerente de la Asociación de  Salas de Conciertos de Catalunya. Y es que el Depo no solo ha sido ha acogido cientos de conciertos y veladas musicales, sino que también ha sido el vivero de numerosos profesionales del circuito de salas y escuela para alguno de los disyoqueis más reputados de la noche barcelonesa, como DJ Amable.

Coorganizador de ciclos como el Petit Format y el Let's Festival, el Depo es un referente tenaz e ideal para explicar que el público no solo se aficiona a la música (sea en vivo o enlatada) ni se fideliza en los grandes escenarios de las grandes ciudades.