consecuencias de la manipulación de la fotografía de català-roca

Debate por el 'photoshop' de Zafón

«La obra de autor es la obra de autor. Y no se puede tocar sin consentimiento», afirma Colita

Debate por el 'photoshop' de Zafón_MEDIA_1

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NATÀLIA FARRÉ
BARCELONA

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Los derechos de autor son sagrados y la manipulación de una imagen es aceptable siempre y cuando haya permiso del autor o, en su caso, de sus herederos. Estas son las dos máximas que se desprenden de las reacciones de fotógrafos y personalidades vinculadas al mundo de la imagen ante la alteración sin consentimiento de la fotografía de Francesc Català-Roca que ilustra el último libro de Carlos Ruiz Zafón,El prisionero del cielo, de la editorial Planeta (en las librerías el 17 de noviembre).

Para Colita, «la obra de autor es la obra de autor. Y no se puede tocar sin consentimiento. Punto pelota». Lo contrario significa una «demanda», afirma contundente. Sabe de lo que habla, ya que ha conseguido retirar dos libros del mercado sobre su obra con los que no estaba de acuerdo por cuestiones de encuadres cambiados. De la misma opinión, «hay que respetar al autor en toda su magnitud» es David Balsells, responsable del departamento de fotografía del Museu Nacional d'Art de Catalunya, quien apunta lo cuidadoso que era Català-Roca con su obra. Balsells

recuerda la exposición que organizó sobre el fotógrafo en el Spanish Institut de Nueva York, en 1987, y cómo este no aceptó que las imágenes se presentaran con paspartú. «No tengo la impresión de que le diera igual una cosa que otra», afirma. Y concluye: «Pero si hay consentimiento de los herederos, no hay nada que decir».

Con la premisa de la aprobación por delante, algunos profesionales se muestran favorables a la alteración. Es el caso del fotógrafo y profesor universitario Paco Elvira, quien no ve ningún problema en los retoques de la fotografía de Català-Roca: «Es una imagen utilizada para ilustrar una novela, sería diferente si fuera un reportaje periodístico, un libro de autor o una exposición». De la misma opinión es Ricardo Feriche, director de arte-colaborador de La Fábrica. Para este profesional «lo que es inadmisible es que elphotoshopmanipule el sentido de la información». Y atribuye elerror de Planeta a las «urgencias de cierre y a la falta de comunicación. Algo muy habitual últimamente».

«TOTALMENTE INNECESARIO» / A la «pereza de no buscar la fotografía adecuada» achaca Pepe Font de Mora, director de Fundació Foto Colectania, la manipulación de la editorial. «Català-Roca tiene un fondo muy importante sobre la ciudad en la misma línea que la imagen alterada. Manipularla era totalmente innecesario». Aun así, considera que el resultado «no es una chapuza» y a Paco Elvira le llama «más la atención el resultado final que el original».