Desmontando al padre progre perfecto

David Plana vuelve al teatro como autor y director de 'El bon pare', una comedia inquietante "llena de turbulencias", ha explicado Plana ('Mala sang', 'Dia de partit'). El creador, que acaba de ser padre, reflexiona en torno a la paternidad, la educación y los ideales que intentamos transmitir a los hijos en esta obra que se estrena el jueves 21 en el Teatre Borràs, dentro del Grec.

La pieza también incide sobre esa obsesión por la perfección de quienes aparentan controlarlo todo y vivir sin problemas. "Tengo tendencia a explicar mis miserias. Si me preguntan cómo estoy cuento lo que hay. Pero hay gente que no lo hace y solo explica la parte buena de su vida. Todo eso te genera un cierto complejo de inferioridad. Como autor, tenía ganas de rascar, de ponerles en evidencia porque todos somos igual. Nadie es un héroe trágico. Somos personajes de comedia”. 

HOMBRE MODÉLICO

Lluís Soler, quien ya trabajó con Plana en otra obra del autor, 'La dona incompleta', encarna al padre ideal del título. El popular actor de Manlleu se transmuta en el arrogante alcalde de una pequeña ciudad de provincias imaginaria. "Es la típica persona de izquierdas satisfecha de sí misma. Piensa que lo ha hecho todo bien. Tiene una relación magnífica con su hija, a quien ha educado a través del consenso, sin imponer nada. La trata como a una amiga". Su descendiente Ada (Georgina Latre) estudia Económicas en Alemania "por recomendación paterna", explica la actriz.

Con quien no tiene tanto 'feeling', aunque mantiene una relación cordial, es con su exmujer (Teresa Vallicrosa). Sin embargo, esa idea de padre-modelo, de hombre triunfador, de exmarido comprensivo y de político admirado que el protagonista tiene de sí mismo se viene abajo a raíz de un vídeo que circula en internet. En la cinta aparecen su hija y su yerno (Jaume Madaula), cuya educación ha estado en el polo opuesto de Ada, con un padre de derechas empresario agrícola.  Pero mejor no contar demasiado acerca del contenido del video para no estropear la función.

La acción transcurre en el hogar paterno, una casa impresionante desde donde se divisa toda la ciudad. "Su hogar es un reflejo del protagonista, es un símbolo del mundo que se ha construido".   

TAN TRÁGICO COMO HILARANTE

"El alcalde descubrirá que su mundo idílico no existe. Se dará cuenta de que vivía como si estuviera en la cueva de Platón. Verá que nada es como él creía y que, en realidad, no controla lo que sucede a su alrededor".  El autor compara su obra con "un Edipo Rey en plan comedia. Es algo trágico pero a la vez muy hilarante". Y avanza que, entre las cosas que deberá aceptar el protagonista es que es mucho más conservador de lo que pensaba.

El conflicto le hará replantearse no solo su modelo de educación, sino toda su existencia. "La obra tiene algo de autoflagelación", ha confesado Plana. "Durante los últimos años he estado intentando ser perfecto al frente del gran equipo de 'La Riera' [es su director argumental], intentando controlar su trabajo y las vidas de los personajes de la serie. Necesitaba escribir algo así para reencontrarme con la realidad de nuestro mundo marcado por el caos y el absurdo de la existencia".

El autor también admite que tenía ganas de desmitificar al "hombre alfa de izquierdas". Y aclara: "Yo soy de izquierdas pero percibo que algunos, por el hecho de serlo, se creen tan guays que generan cierta prepotencia. Se creen estupendos, tienen opiniones sobre todo y dan la sensación de ser perfectos y moralmente intachables". Plana desconfía de quienes tienen tantas certezas. Él, como Hamlet, es de los que lo pone todo en duda, por si acaso.