La muerte amable de David Lang

Nico Muhly y el colectivo Stargaze revisaron el cancionero 'death speaks' en el Auditori, como cierre del programa del Sónar 2017

Un momento del espectáculo de Nico Muhly y Stargaze en el Auditori.

Un momento del espectáculo de Nico Muhly y Stargaze en el Auditori. / periodico

JUAN MANUEL FREIRE / BARCELONA

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Como viene siendo pequeña tradición, el Sónar cerró su programa en domingo en el Auditori: la calma después de la batalla del fin de semana. De nuevo, otro epílogo reposado en la intersección de la clásica contemporánea con lenguajes tan solo en apariencia lejanos, en este caso el rock alternativo.

El posminimalista David Lang compuso 'death speaks', conjunto de canciones que reubica fragmentos de lieder de Schubert, con músicos en la órbita indie como Nico Muhly, Owen Pallett, Bryce Dessner (The National) y Shara Worden (My Brightest Diamond) en mente. Según Lang, en el siglo XXI hay que acercarse a músicos como estos para encontrar el hálito confesional del lieder.

Del grupo original, solo repitió el domingo Muhly (quien ya había pasado por Sónar el sábado), mejor que bien acompañado por miembros del colectivo de clásica sui generis Stargaze. Nora Fischer se encargó, con su voz mesosoprano cristalina, de encarnar a esa Muerte que no es fan de su trabajo pero trata de sufrir (y hacerte sufrir) lo justo. En la inicial 'you will return', mientras Fischer elevaba líneas tranquilizadoras del estilo "esta es la única carretera que conduce a casa", la eléctrica de Aart Strootman y el piano de Muhly se entrelazaban en una melodía como salida de un arpa. Hay formas peores de morir. 'i am walking' sobrecogió con las segundas voces hipnóticas de Aart Strootman (también guitarra), sin problemas para igualar al magnético Pallett de la grabación del 2013.

Pero 'death speaks' fue solo una tercera parte de un programa que reflejó los actuales límites porosos entre música culta, pop y experimentación electrónica. Muhly arrancó la noche con 'Quiet music', de su disco de debut 'Speaks volumes': elogio de la melodía, pero también del espacio negativo y la disonancia. Algo después, recuperaba sus 'Four studies' del contrapunto desde su teclado y con los violines de Ayumi Paul y Jeffrey Bruinsma.

La misma Paul interpretó 'For Ayumi and one other', una pieza de Richard Reed Parry (Arcade Fire) pensada para ser interpretada en base a la respiración de Ayumi y alguien más, esta noche un (seguramente apabullado) miembro del público. Y Strootman recuperó el venerado 'Electric counterpoint' de Steve Reich en su versión para una guitarra y cinta pregrabada.