La polémica institucional por el tijeretazo

Cultura a dos velocidades

Mascarell (centro), con Francesc Guardans y la diputada Marta Alós.

Mascarell (centro), con Francesc Guardans y la diputada Marta Alós.

JOSÉ CARLOS SORRIBES
BARCELONA

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la teoría de las dos velocidades se ha asentado estas semanas en la cultura catalana con arietes muy visibles en cada facción. En un bando está elconseller Ferran Mascarell, recién llegado al cargo, con anuncio de recortes y su mirada en un horizonte lejano, allá por el 2020. En el otro, emerge la figura del alcalde de Barcelona Jordi Hereu, a punto de acabar mandato y con la capitalidad cultural de la ciudad como una de sus grandes bazas ante una cita muy próxima: las elecciones del 22 de mayo. Mientras Mascarell desplegó ayer una lección magistral tituladaMés cultura, major centralitat,propia de un historiador como él, en el ciclo Tribuna Ateneu, que organiza el Ateneu Barcelonès con el apoyo de EL PERIÓDICO, horas antes Hereu inauguraba La Central del Circ, la primera fábrica de creación del Institut de Cultura que empezará a funcionar.

Mascarell volvió a reiterar ayer el propósito, ambicioso sin duda, que se ha impuesto comoconsellerde Cultura del Govern de Artur Mas. Quiere completar un sistema cultural catalán, iniciado en 1980, que arrastra deficiencias de fondo y ha perdido el paso, respecto a Madrid, por ejemplo. Es cierto, dijo, que existe «una marca reconocible», pero también un contexto complejo que provoca «desasosiego» en el sector. Así, sentenció, por ejemplo: «Cuando más central sea la cultura más fuerte será el país. Pero no estoy seguro de que la sociedad catalana lo tenga asumido como filosofía. Hay que convencerla del despliegue cultural». Sensación que le sirve para cuestionar la demanda de una excepción cultural, algo que él ha defendido siempre, cuando hay recortes en sanidad y educación en estos días de crisis.

EN EL FÒRUM / Hereu, mientras, se siente igual de cómodo dentro de su agitada agenda cultural junto a los gestores de equipamientos pasando balance cultural de mandato en la Fabra i Coats que, dos días después, rodeado de artistas de perfil tradicionalmente rebelde y crítico como son los del circo. Y además dando sentido a una zona de 3.500 metros cuadrados del inmenso Fòrum bajo su placa fotovoltaica. Los artistas de la Associació de Profesionals del Circ de Catalunya vivían ayer un día grande -«estamos flipando, dijo su presidente Josep Antoni Hernández, Joselito- acompañando al alcalde y al delegado de Cultura, Jordi Martí, por la inmensa sala de entrenamiento (650 metros cuadrados), cuatro más de creación y otra de puesta en escena de un centro que ya nace como un modelo a seguir.

«Os animo a convertir a Barcelona en un referente del mundo del circo», dijo el alcalde a los artistas que ya se entrenaban en La Central del Circ. Como hizo antes el delegado de Cultura Jordi Martí, señaló este equipamiento como una deuda pendiente con una disciplina que se mueve por la periferia con frecuencia. «Este es un acto de justicia y un homenaje a tanta gente que ha trabajado por el circo, y también ayuda a crear una centralidad entre Barcelona y Sant Adrià».

Los artistas circenses, aparte de mostrar su satisfacción, se alinearon con la convocatoria de casi un centenar de asociaciones y entidades que ayer hicieron público su manifiesto con el lemaNO retalleu la Cultura! cara a la concentración del próximo lunes en la plaza del Macba. Mascarell defendió el derecho de los manifestantes, pero dijo que este es un momento para «sumar», en el que hace falta más «gestión y política».

PRESUPUESTO MENOR / Así emplazó a que todos «nuestros culturalistas» hagan ese esfuerzo de poner la mirada dentro de una década, más allá de la cultura de la queja por «un museo concreto». «El debate sobre qué significa un 10% de recorte no nos lleva a ningún sitio. No me preocupa si sé dónde estaremos en el 2020».

Lo que sí sabe ya Mascarell es que administra un presupuesto menor al que tuvo en su etapa efímera de cuatro meses en el 2006 comoconsellerde Cultura de Maragall. Y también que quiere reordenar por ley su departamento, para ganar eficiencia, que pondrá en marcha los cinco museos nacionales o que impulsará un plan estratégico de acción cultura con la ayuda de 500 personalidades del sector, losculturalistas.

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