A VUELTAS CON LA MEMORIA HISTÓRICA

Crónica de una falsificación

Maria Barbal publica 'En la pell de l'altre', su regreso a la novela después de seis años

Camaleónica 8 Una imagen de la escritora de Tremp, Maria Barbal.

Camaleónica 8 Una imagen de la escritora de Tremp, Maria Barbal.

ERNEST ALÓS
BARCELONA

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En Emma, Maria Barbal novelaba de forma muy libre el entorno familiar de los asesinos de una indigente en un cajero de Barcelona. Seis años más tarde, recurre de nuevo a la crónica de actualidad en En la pell de l'altre. La novela parte del caso de Enric Marco, el farsante que se hizo pasar por deportado en los campos nazis para acabar presidiendo la Amical Mauthausen, pero reconvirtiendo la figura de Marco en la de Ramona Marquès, una secretaria de una industria de Poblenou que acaba inventándose un pasado familiar resistente para acabar al frente de la asociación Memòria i Llibertat.

«Me he alejado de Enric Marco porque no quería hacer una crónica, me interesa el tema en general. Y para distanciarme he buscado un personaje femenino», explica Barbal, que ha creado para Marquès, y para la familia de verdaderos luchadores antifranquistas que acaba ahijándola, una historia familiar llena de frustraciones sentimentales y familiares que explica el porqué de su fabulación, y que es el verdadero eje del libro.

La escritora consultó a un psicólogo para intentar comprender la mente de fabuladores como Marco y otros tantos. «Son personas que parecen estar vacías moralmente, y que se llenan con las cualidades que ven en los otros, hasta el punto de que después creen que estas características son suyas y acaban creyéndose su personaje», opina.

En la pell de l'altre, que se publica simultáneamente en catalán (Columna) y en su traducción al castellano (Destino), marca un regreso a la novela de Barbal (Tremp, 1949) en el que sus editores en el Grup 62 confían tras dos no muy celebrados libros de cuentos desde la publicación de Emma. En este periodo, sin embargo, Barbal sí ha podido disfrutar el éxito en Alemania, al calor de la participación catalana en la Feria de Fráncfort del 2007, de Pedra de tartera, su novela más famosa.

Antecedente

Hace años, en un artículo para la Institució de les Lletres Catalanes sobre sus motivos para dedicarse a la escritura, Maria Barbal daba el siguiente: «Porque es una manera de vivir bajo otras pieles. Es decir: para ser quien no soy y hacer lo que no hago, seguramente un intento de travestismo y de inconformismo»«No es exactamente lo mismo lo que hacen los escritores y las personas que falsifican su propia historia aunque alguna relación hay: los que se dedican a la ficción evidentemente trabajan en el mundo de la inventiva y la fabulación», precisó Barbal en la presentación anticipada de la novela, un encuentro con la prensa que se celebró en julio.

Aquella frase de Barbal es un precedente directo del título de su última novela. Y quizá también de hasta qué punto Barbal se ha introducido en un mundo que le es extraño (la vida vecinal de Poblenou, un barrio que en su opinión tiene «todas las condiciones para acoger a los personajes», y los movimientos de resistenciaantifranquista y de memoria histórica) hasta el punto de que la verosimilitud del relato se resienta una y otra vez. Desde la falta de naturalidad con la que narradora y personajes hablan de la lucha o la causa hasta las movilizaciones sindicales, la dificultad de diferenciar los episodios situados en el franquismo, la transición o el siglo XXI, un periodista de inverosímil firma o ese malvado policía que un día es un infiltrado de la secreta en la universidad y al día siguiente está repartiendo porrazos con la Policía Armada.