CRÓNICA DE CONCIERTO

Mick Harvey, los ecos de Gainsbourg

El músico australiano, que fue cómplice de Nick Cave, recorrió sus cuatro discos dedicados al autor de 'Je t'aime... moi non plus' en un disfrutable recital en La 2 de Apolo

zentauroepp37865626 barcelona  29 03 2017 concierto de mick harvey en la sala ap170330142200

zentauroepp37865626 barcelona 29 03 2017 concierto de mick harvey en la sala ap170330142200 / periodico

JORDI BIANCIOTTO / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El culto a Serge Gainsbourg no decae: vuelve a alimentarlo Jane Birkin en ‘Symphonique’ y acude de nuevo a él uno de los que primero le reivindicaron desde el ámbito alternativo anglosajón, Mick Harvey. Parecía que con aquellos dos discos que le dedicó en los 90, el exmiembro de The Bad Seeds, la banda de Nick Cave, había tenido suficiente, pero ‘Delirium tremens’ (2016) y, ahora, ‘Intoxicated women’, insisten con gracia y estilo en ese repertorio de aspecto inagotable.

Harvey recorrió esos cuatro discos, este miércoles en La 2, de Apolo, en una exhibición inusual de fascinación de un artista de habla inglesa hacia un creador de otro ámbito cultural. Pero Gainsbourg no solo fue el más pop de la ‘chanson’, sino que sus composiciones, con melodías memorables y atmósferas turbadoras, sobrevuelan el tiempo y el espacio. Ahí, la intención de Harvey no parece ser tanto de reinvención sino de divulgación a través del inglés, la lengua global.

RUMBO A 1969

Comenzó con la pieza más antigua, ‘Le poinçonneur des lilas’ (‘Ticket puncher’), sobre las elucubraciones de un revisor del metro que se pasa el día perforando billetes, y de ahí, cambiando de tercio, pasó a ’69 année érotique’, o ’69 erotic year’, compartida en el micro con cantante-guitarrista Xanthe Waite, que se acercó a las inocentes, lánguidas, limitaciones vocales de la primera Jane Birkin. Junto a ambos, un experimentado trío, con los sustanciosos mantos de órgano y piano de James Johnston (Gallon Drunk).

Se sumó luego el cuarteto Cordes del Món, impulsando el fragor yeyé de la ahora conocida como ‘Puppet of wax, puppet of son’ y los aires exóticos de ‘Caffee colour’, con Harvey dándole a los bongos. Xanthe nos advirtió de que no está para nadie cuando se monta en su Harley-Davidson, enfatizando “comme il faut” el acento en la sílaba “son”, y evocó las correrías en los límites de la ley de ‘Bonnie & Clyde’, aunque nos privó de un dúo en ‘Je t’aime… moi non plus’, que Harvey abordó sin ella en una versión semi-instrumental. Goteo de clásicos (‘Run from happiness’, ‘Ford Mustang’, ‘Initials B. B.’) y un fundido con piezas menos transitadas que culminó con una canción que Alain Bashung adaptó en 1982, ‘J’envisage’, ampliando así la pedagógica inmersión en un autor esencial.