CRÓNICA

Sidonie y La Iaia, protegidos por el pop en Cap Roig

Ambas bandas combatieron la lluvia y el frío con la decidida puesta en escena de sus respectivos nuevos discos, 'El peor grupo del mundo' y 'Tornar a ser u'

fcasals39640776 sidonie170811121332

fcasals39640776 sidonie170811121332 / periodico

Jordi Bianciotto / Calella de Palafrugell

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Doble ración de pop catalán este jueves en Cap Roig: osonense y en constante mutación el de La Iaia, y barcelonés y decantado por el hito con reflejos 'sixties' el de Sidonie. Sesión tenuemente pasada por agua y con temperaturas por debajo de lo habitual en Calella de Palafrugell, reveses compensados con entrega y calidez arriba y abajo del escenario.

Con 20 inusuales minutos de retraso, mirando de reojo el parte meteorológico, salió La Iaia a escena, con Ernest Crusats agradeciendo al público "el aguante" y rumbo a la bonanza de 'La platja'. El grupo de Vic se dedicó sobre todo a recorrer su reciente tercer disco, 'Tornar a ser u', que gira alrededor de las rupturas sentimentales y el desamparo emocional. Crusats preguntó si entre los asistentes había experiencias recientes de separación. Silencio. "¡Público sincero, hoy en Cap Roig!", bromeó.

Hacia ahí apuntaron 'He après a aparellar-me els mitjons' o 'Un i mig', canciones que inciden en un pop entre emotivo y juguetón, con textos sentidos y tratamientos instrumentales originales. En La Iaia hay un cantautor y a la vez un equipo de músicos que no se conforman con las soluciones armónicas y los arreglos ordinarios. Con los rescates de 'L’ós', de desarrollo entre primitivo y lisérgico, y 'Declaració de principis', con su estribillo en honor a 'Twist and shout', el público, envuelto en impermeables, se levantó de sus asientos y escenificó un clímax con los elementos adversos, en ese punto de sublimación no del todo consumada tan genuinamente 'iaia'. Compartido por la abuela de Crusats, de 87 años, sentada en la grada.

Fatalismo irónico

Si los de Vic visitaban Cap Roig por tercera vez, para Sidonie se trataba del debut en este festival auspiciado por la Fundació Bancària La Caixa. Ambos coinciden en cierta exhibición de fatalismo: directamente provocador, en el caso de Sidonie, en ese último disco titulado 'El peor grupo del mundo', y empezando el concierto saliendo de la grada mientras sonaba 'Loser', de Beck.

Sidonie está más bien de vuelta de los experimentos, al menos temporalmente, y el nuevo material mostró su versión más expeditiva y alejada de sus raíces psicodélicas: guitarras peleonas y estribillos expansivos como los de 'Os queremos', 'No sé dibujar a un perro' (donde un colaborador, Víctor Manzana, fue mostrando carteles con la letra como Bob Dylan en 'Subterranean homesick blues') y 'Fundido a negro', a juego con los rescates de discos como, sobre todo, 'Costa azul' y 'El incendio'.

Sesión que interpeló al público en cada compás y cada máxima de Marc Ros: "Somos el peor grupo del mundo y vosotros, el público más sentado", desafió antes de abordar 'Siglo XX'. Cerrando, el disco-rock melancólico de 'Carreteras infinitas', con su controvertida letra a favor de la tercera vía alternativa, y un bis en que no faltó 'El incendio', propagando las llamas en el Cap Roig más frío de este verano.