CRÓNICA DE MÚSICA

John Pizzarelli y Daniel Jobim, gente 'cool', 'gente boa'

El guitarrista norteamericano y el músico brasileño rindieron homenaje al encuentro entre Frank Sinatra y Antonio Carlos Jobim

John Pizzarelli y Daniel Jobim, en la sala Barts.

John Pizzarelli y Daniel Jobim, en la sala Barts. / periodico

ROGER ROCA / BARCELONA

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Con despreocupación de actor de Hollywood, John Pizzarelli entra al escenario riéndose con sus músicos de algo que se han dicho entre bambalinas. No sabemos de qué ser ríe, pero en lugar de irrespetuosa, su risa resulta reconfortante. No nos cuenta el chiste, pero seguramente nadie se siente parte de la broma privada. El guitarrista y cantante norteamericano John Pizzarelli es un hacha de la guitarra jazz pero también un maestro en el arte de entretener. Presenta a los músicos del trío, tocan la primera canción. 'Baubles, bangles and beads', un estándar a ritmo de bossa nova. En un abrir y cerrar de ojos le da a la sala Barts un aire a club sofisticado, mundano, pero sin pasarse. Pizzarelli es 'cool', 'gente boa', que dicen en Brasil. Sentado a su lado, tocado con un sombrero blanco, Daniel Jobim sonríe y canta sin alzar la voz, como si estuviera entre amigos en un bar de madrugada. Él también es 'cool'.

El jueves, dentro del Grec, Pizzarelli y Jobim se presentaban juntos en Barcelona en un concierto de homenaje al álbum que Frank Sinatra y Antônio Carlos Jobim grabaron cincuenta años atrás. Los homenajes son libres y todo el mundo puede hacerlos, per en este caso ellos dos tienen las mejores credenciales. Daniel Jobim es nieto del inventor de la bossa nova. El padre de Pizzarelli tocó con Sinatra en los años 60, y él mismo fue telonero de 'ol’ blue eyes' en una gira por Europa en 1993.

ANÉCDOTAS CON SINATRA

En una sala Barts medio llena, entre canción y canción Pizzarelli explicó su único encuentro con Sinatra -“tienes mala cara, come algo”, fue todo que le dijo 'la voz'- y contó anécdotas sobre la colaboración entre el cantante de Nueva Jersey y el cantautor brasileño. Daniel Jobim asentía y muy de vez en cuando apuntaba algún detalle. Lo habrán hecho mil veces, pero el efecto era muy convincente: dos amigos charlando de sus cosas, solo que sus cosas son anécdotas del cantante más famoso del siglo XX y del autor de 'Garota de Ipanema', 'Desafinado', 'Aguas de março'… Casi nada. 

El repertorio era ganador y le sacaron partido sin correr riesgos ni intentar inventar la rueda. Estrofa, solo breve y conciso de Pizzarelli, vuelta a la letra y fin. Cantaron al unísono sin hacerse sombra el uno al otro, porque ninguno de los dos tiene una voz portentosa. Pizzarelli canta sencillo, sin intentar imitar a Sinatra, y Jobim, por genética o porque tuvo al maestro en casa, recuerda mucho a su abuelo. Tocaron algunas de las canciones incluidas en el álbum de Jobim y Sinatra 1967, clásicos asociados para siempre a una u otra estrella y un 'Bésame mucho' que Pizzarelli cantó en un español un poco precario. Fue la única nota discordante en una noche en la que, por lo demás, todo fluyó suave, confortable. Como la escena de la película en la que los protagonistas se divierten y nada puede salir mal. Gente 'cool', en el mejor sentido