CRÓNICA DE MÚSICA

Shawn Mendes, amigo y seductor

El cantante canadiense se mostró como ídolo de fans clásico en un repertorio pop con fibras acústicas y muchas baladas en el Palau Sant Jordi

Shawn Mendes, en el concierto del viernes en el Palau Sant Jordi.

Shawn Mendes, en el concierto del viernes en el Palau Sant Jordi. / periodico

JORDI BIANCIOTTO / BARCELONA

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La ‘boy band’ ha sido suplantada por el cantautor pop-folk y solo un mes después de acoger a Ed Sheeran, el Palau Sant Jordi recibió este viernes a Shawn MendesPalau Sant JordiShawn Mendes, que es como una versión un poco más tierna y musicalmente más conservadora del autor de ‘Shape of you’, canción que, por cierto, sonó en los minutos previos al concierto alborotando las gradas. El canadiense, 18 años, aires de buen chico, cercano, risueño y sensible, se llevó por delante el local olímpico, que no se llenó pero acogió a 14.000 personas según la organización.

Concierto en horario familiar, siete y media de la tarde, con lo cual la luz diurna entraba por las ventanas cuando Mendes entró en escena cantando ‘There’s nothing holdin’ me back’, de su reciente disco ‘Illuminate’: “nadie va a pararme”, nos vino a anunciar, y el objetivo era ahí, entendemos, tanto la chica objeto de la canción como el éxito, la fama, el Sant Jordi en su conjunto. “Hey, no está oscuro, pero es bonito, es como un festival”, observó con sorpresa. Siguió, ahora en solitario, rascando suavemente la guitarra acústica, con ‘The weight’. No era la de The Band.

AMORES FURTIVOS

Aseguró que sus logros se resumen en ‘A little too much’, pieza con la que, dijo, ha conseguido “emocionar a gente de todo el mundo”. En ‘Lights on’ tocó otro tipo de temáticas. Padres y madres, repasen las letras que cantan sus hijas, hagan el favor: aunque, “como un caballero”, le dice a la chica que desea amarla “con las luces encendidas”, luego las cosas se enrarecen. “Me gusta el ambiente de esta habitación de hotel / y me encantaría llegar a conocerte / Comenzar a descubrir tus secretos”. Claro, claro.

El Sant Jordi aulló con ‘Stitches’, canción de amor llena de heridas y moratones, mientras el guión musical tendía a hacerse un poco plano entre el solo rockero de ‘Bad reputation’ y la balada clasicona ‘Ruin’, cuyo estribillo entre desesperado y ‘new age’ (“¿alguna vez cruzaré tu mente?”) fue cantado a pleno pulmón por la muchachada. Cambio de tercio: Mendes, colocado en el escenario alternativo bajo una esfera luminosa. Como desde que existe You Tube el efecto sorpresa ya no es lo que era, un gran número de fans se habían arremolinado antes de tiempo para ver de cerca al ídolo cantando ‘Three empty words’.

El trovador acústico nuevo milenio dio paso a una cortina instrumental aparatosa tras la cual llegó ‘No promises’, entre el trazo rockero y un tímido r’n’b. Mendes se puso serio para confesar que ‘Understand’ es “la canción más importante del nuevo disco”. Medio tiempo rockero un tanto hinchado, dando paso a otra balada, ‘Don’t be a fool’, y a un inflamado ‘Mercy’ que acabó cantando sentado al borde del escenario y alargando las manos a las primeras filas.

Un Shawn Mendes finalmente tradicional, que se recreó en el estribillo místico de ‘Never be alone’ y que se sentó al piano en el arranque de su última carta, el éxito ‘Treat you better’. Ídolo de fans cercano, amigable y con un indecente contingente de tiempo por delante para demostrar de qué es capaz.