CRÓNICA DE CONCIERTO

Cantar para recordar

El recital 'Sota les cunetes. Justícia!' reivindicó la memoria histórica a través de clásicos de la 'nova cançó' en el Barradas, dentro de Barnasants

Espectáculo de Barnasants 'Sota les cunetes. Justícia!'-

Espectáculo de Barnasants 'Sota les cunetes. Justícia!'- / periodico

JORDI BIANCIOTTO / L'HOSPITALET DE LLOBREGAT

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Ningún repertorio puede rivalizar a nuestros ojos con el de la ‘nova cançó’ en poder simbólico y evocador cuando se trata de pensar una banda sonora que en su día fuera el espejo de la represión franquista. Por eso acudió a él Alfons Olmo (VerdCel), para poner poesía y poderosas tonadas a la causa de la memoria histórica, reivindicada por Barnasants este domingo en el Auditori Barradas, de L’Hospitalet.

El recital ‘Sota les cunetes. Justícia!’ trajo vigorosas escenas de voces modernas dando nueva vida a los clásicos de la canción comprometida. El Barradas se llenó y, contextualizando la sesión, hubo palabras de Pere Camps, director del festival (“sense cultura guanyen ells, i sense memòria també”) y Enric Pubill, presidente de l’Associació Catalana d’Expresos Polítics, que pidió continuidad para acciones como la reciente exhumación del cuerpo de Timoteo Mendieta, fusilado en 1939, por indicación de una jueza argentina.

ACENTOS DE NORTE A SUR

La música se abrió paso con la intranquila nana ‘Vou veri vou per no dormir’, de Guillem d’Efak y Biel Majoral, encaminada a mantener abiertas las conciencias, y el hilo conductor de la historia de ‘Jo vinc d’un silenci’, de Raimon. Como sustento permanente, un VerdCel abierto a la electricidad y a las texturas cercanas al rock. Y ante el micro, una sucesión de voces de amplia tesitura, con paridad de género y acentos de norte a sur. En la franja meridional, la tortosina Montse Castellà, con camiseta azul anti-trasvase, en su punto de melancolía y épica para recordar el destino de “les sabates d’en Jaume” en ‘Paisatge de l’Ebre’, de Teresa Rebull.

Se nota en su canto que Castellà viene de esa Catalunya nueva, como la leridana Meritxell Gené, portadora de inflexiones tradicionales en su enfoque de la popular ‘Cançó del lladre’. El ampurdanés Joanjo Bosk aportó otro rigor, otra solemnidad, a ‘Cançó de son coletes’, nueva cita a D’Efak, mientras que el valenciano Feliu Ventura revivió con una natural ternura el ‘Homenatge a Teresa’ de Ovidi Montllor, y Cesk Freixas, desde el Penedès, alzó el tono rockero con una pieza que conoce bien, ‘El burro i l’àliga’, de Quico Pi de la Serra.

Canciones que ejercen de bisagra entre la memoria de la guerra y desmemoria el siglo XXI, que vinieron acompañadas de proyecciones con testimonios y de textos de Antoni Batista. Con algunas audacias (‘Au jovent’ y ‘No passareu’, cruzadas en las voces de Gené y Ventura) y los himnos de ayer y hoy: ‘L’estaca’ y ‘Diguem no’, corales y con el público en pie. Las heridas siguen abiertas