CRÍTICA DE CINE

Crítica de 'Coco': de fiesta en el Día de los Muertos

Puede que la edad de oro de Pixar haya quedado atrás pero, dada la mediocridad general de sus producciones más recientes, 'Coco' solo puede considerarse un resurgir

Nando Salvà

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Muchas de las mejores películas de Pixar capturan aspectos esenciales de la experiencia vital de los niños. 'Toy story' recreó los lazos que crean con sus juguetes, 'Monstruos, S.A.' se adentró en sus miedos primarios, y 'Del revés' trató de hacer tangible su caos emocional. Ahora 'Coco' explora un tema de resonancia similar para la infancia: la tensión entre la herencia familiar y una identidad personal en desarrollo. Y para ello se sumerge en la historia y la cultura de México, de Frida Kahlo a los luchadores a, sobre todo, la festividad del Día de los Muertos.

Buena parte de la película transcurre en el reino de los difuntos, imaginado como un festivo parque temático poblado por unos esqueletos vivientes que protagonizan algunos de los momentos más explícitos de 'slapstick' de todo el catálogo de Pixar. Dicho esto, al mismo tiempo se adentra en terrenos inequívocamente desoladores al sugerir que los seres humanos no morimos una sino dos veces, la segunda cuando los vivos olvidan nuestra existencia. Una serie de gags deliciosamente macabros y otra de exuberantes números musicales, que cubren estilos como la marimba, el mariachi y la cumbia, se encargan de mantener el tono jovial.

'Coco' no posee la originalidad de 'Ratatouille' ni el lirismo de 'Wall-E' o la inventiva de la primera parte de 'Up'. En cambio, echa mano de una paleta visual deslumbrante para compensar una narración algo formularia que acarrea mensajes genéricos sobre la importancia de la familia y de venerar a nuestros ancestros, y que no saca jugo del ecosistema en el que transcurre como sí hacían 'Buscando a Nemo' 'Del revés'. Y pese a ello es un alarde de ingenio creativo por parte de Pixar en tanto que logra hablar de la inevitabilidad de la muerte de un modo que resulta endiabladamente entretenido para el público infantil y a la vez invita al adulto a reflexiones de peso. Puede que la edad de oro de los estudios de animación haya quedado atrás pero, dada la mediocridad general de sus producciones más recientes, 'Coco' solo puede considerarse un resurgir.