CRÍTICA
'El cuento de la princesa Kaguya': Cejas depiladas, lágrimas derramadas
Quim Casas
Periodista y crítico de cine
Profesor de Comunicación Audiovisual en Universidad Pompeu Fabra y docente en ESCAC, FX, Cátedra de Cine de Valladolid y Museu del Cinema de Girona. Autor de diversos libros sobre David Lynch, David Cronenberg, Jim Jarmusch, Fritz Lang, John Ford y Clint Eastwood. Miembro del Comité de Selección del Festival de Cine de San Sebastián.
QUIM CASAS
{"zeta-legacy-despiece-horizontal":{"title":"'El cuento de la princesa Kaguya'\u00a0\u2605\u2605\u2605\u2605","text":"Direcci\u00f3n:\u00a0Isao TakahataT\u00edtulo original:\u00a0'Kaguyahime no monogatari'Pa\u00eds:\u00a0Jap\u00f3nDuraci\u00f3n:\u00a0137 minutosA\u00f1o:\u00a02013G\u00e9nero:\u00a0Drama de animaci\u00f3nEstreno:\u00a018 de marzo del 2016"}}
La última película del veterano Takahata se basa en un cuento popular del siglo IX. Su protagonista es hallada de pequeña por un matrimonio de campesinos. Su particularidad es que crece mucho más rápido que los demás. Quizá sea porque no procede de este mundo: nunca se siente cómoda del todo entre sus padres, el joven al que ama o los pretendientes que tiene, porque asegura pertenecer a la Luna. De hecho, no quiere establecer lazos sólidos con nadie porque sabe que un día u otro deberá volver al lugar del que procede.
El filme tiene el trazo sencillo de un manga, pero también la expresividad rotunda, como cuando Kaguya, aún bebé, comienza a llorar. En la primera parte, los colores son pálidos, apenas el destello verde de una rana, la luz de una antorcha en el bosque nocturno y el tono escarlata de un kimono.
En la segunda, con el breve regreso a la montaña en la que creció, coincidiendo con la primavera, la paleta cromática es más efusiva. La parte final obedece a una idea del trazo, la luz y el color que hoy por hoy parece irremediablemente perdida en el cine de animación, con influencias de Winsor MacCay y otros 'cartoonists' de la edad dorada.
Takahata es un gran detallista. Así, el relato fluye también a través del sonido persistente de las cigarras en verano, el color de las cosechas en otoño, las flores de cerezo en verano. Y el guion contiene enormes detalles sobre el paso del tiempo y el desarraigo. Kaguya no quiere ser lo que es. Ama el pasado en las montañas y no el presente en la corte, siendo codiciada por el mismísimo emperador. Nada mejor para definir este estado de ánimo que la frase cuando la están maquillando: cada ceja depilada es una lágrima derramada.
- Una intensa granizada impacta en Barcelona y el litoral catalán
- El SMS que Hacienda está enviando a todos los que han hecho esto en su declaración de la renta
- Sumergir los pies en vinagre, la nueva tendencia que arrasa: estos son sus beneficios
- Catalunya rechaza el reparto de menores no acompañados llegados a Canarias que propone el Gobierno
- Encuesta elecciones Catalunya: El PSC se afianza en cabeza y Junts toma la delantera en su pulso con ERC
- Saltan las alarmas por el estado de salud de uno de los Mozos de Arousa
- Una familia recupera la titularidad de un piso de Girona tras varios intentos de desahucio
- Un luchador iraní es golpeado por el público y suspendido de por vida tras pegar una patada a una chica en el ring