ESTRENOS DE LA SEMANA

Crítica de 'Capitán Calzoncillos': el héroe que los niños necesitan

El filme de David Soren está tan lleno de entusiasmo y creatividad que le permite capturar el espíritu de un niño mejor que cualquier otra ficción infantil reciente

NANDO SALVÀ

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{"zeta-legacy-despiece-horizontal":{"title":"Capit\u00e1n Calzoncillos: Su primer pelicul\u00f3n","text":"Ver pel\u00edcula en la cartelera"}}'Capitán Calzoncillos: su primer películón' es la historia de dos chavales que usan la hipnosis para crear un superhéroe con cuerpo de pera y ataviado solo con unos gayumbos de abuelo, y que junto a él combaten a un supervillano llamado Pipicaca que quiere eliminar el sentido del humor del mundo. Incluso según los estándares del cine infantil, pues, es ridícula de principio a fin. Dicho esto, su desacomplejado compendio de 'slapstick' primario y humor escatológico -retretes gigantes, cojines de pedos, eructos- está tan lleno de entusiasmo y creatividad que le permite capturar el espíritu de un niño mejor que cualquier otra ficción infantil reciente. De hecho toda la película está contenida dentro de la imaginación de sus jóvenes protagonistas, y ello le da al director David Soren licencia para ignorar las leyes de la física e incluir interludios que incorporan irresistibles filigranas visuales como dibujos retro, animaciones folioscópicas y marionetas de calcetín.

Y no hace falta más. Al margen de puntuales alusiones al poder de la amistad, la necesidad de estimular la creatividad infantil -justo lo que el sistema educativo convencional no hace- y el poder reparador del arte, 'Capitán Calzoncillos' no se empeña en dar lecciones a los niños y sin duda esa una de las principales razones por las que muchos de ellos la adorarán. La otra, decíamos, es la habilidad de sus responsables para entender qué les hace a esos mocosos partirse de la risa: héroes que se meten en líos y se las arreglan para salir de ellos, personajes odiosos que reciben su merecido, gente que habla con voz rara y cualquier chiste que incluya cacas y comida asquerosa, y adultos que se caen de bruces o son humillados de algún otro modo.