PROMOCIÓN EDITORIAL

La crisis toca fondo para el libro catalán

La Setmana del Llibre abre sus puertas esta tarde

ELENA HEVIA / BARCELONA

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Dos kilómetros de estanterías cargadas de libros, 280 actividades y 59 casetas albergando 127 expositores es lo que ofrece la Setmana del Llibre en Català de este año que abre sus puertas hoy frente a la Catedral hasta el 13 de septiembre. En líneas generales la cita editorial crece sustancialmente respecto al año pasado, un 15,5% en el número de casetas y unas 50 actividades más. La Setmana es un acto festivo con la vista puesta en la promoción pero también de resistencia, tal y  como anunció ayer en el acto de presentación Albert Pèlach, presidente de la Associació d'Editors en Llengua Catalana, que constató que las ventas de libros han disfrutado de un repunte del 2,9% respecto al 2014, tras cuatro años de caída, gracias al libro de texto. Aunque en lo que se refiere al libro generalista los valores se mantienen estables. Eso ha permitido a Pèlach asegurar que la crisis ha tocado fondo y que lo único que cabe esperar a partir de ahora es una «remontada», aunque por el camino las tiradas se hayan tenido que recortar para ajustarlas a la demanda.

La otra buena noticia para la Setmana es el acuerdo alcanzado con Berta Sureda, comisionada de Cultura del Ayuntamiento barcelonés, para mantener la ubicación en la Avenida de la Catedral -idonea para dar visibilidad a la propuesta según sus organizadores- en los próximos años.

Una de las tendencias de este curso ha sido el esfuerzo que las editoriales catalanas han hecho para tener sus novedades listas para estas fechas. Y eso implica que los autores locales ofrezcan su firma a los lectores junto a una reducida muestra de escritores internacionales como Muriel Barbery o Jessica Cornwell.

Entre las actividades, en las que se cuentan lecturas, debates, presentaciones y homenaje a los fallecidos  -Montserrat Abellò y Francesc Garriga- o de los que se celebra aniversario -Jaume Perich-, destaca el tradicional Premio Trayectoria que se concederá a los periodistas culturales Rosa Maria Piñol y Lluís Bonada. Pero también los actos culturales de la Diada -que suele coincidir con la celebración de la Setmana- y que este año tiene su epicentro en un concierto-recital en memoria de Ovidi Montllor, a cargo de Mercè Arànega, el músico Eduard Iniesta y la cantante Llúcia Vives.

Captando el futuro

El perfil del lector que se acerca a la Setmana se sitúa entre 40 y 60 años, pero muestra que la gran asignatura pendiente del evento es la asumida falta de complicidad con un público joven. Para intentar solventar esa carencia, Montse Ayats, presidenta de la comisión organizadora, destaca iniciativas como lecturas en voz alta realizadas  y dirigidas a los jóvenes y propiciadas por la Institució de les Lletres Catalanes,  así como la presencia de blogeros literarios. Ellos serán parte de los 28.000 participantes que se esperan en esta edición.

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