La crisis de los refugiados, la denuncia social y la política reivindican su espacio en ARCO

La galería alemana Kow (Berlín) se hace eco de ello a partir de la obra del artista Tobias Zielomny, que reflexiona sobre las fronteras

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La provocación y el espectáculo pierden cada año más protagonismo en ARCO, pero la denuncia social y la política, aunque en esta edición parecerían más escasas a primera vista, mantienen un lugar en la feria, como también lo conservan algunas de las realidades internacionales actuales más trágicas, como la crisis de los refugiados y las fronteras.

La galería alemana Kow (Berlín) se hace eco de ello a partir de la obra del artista Tobias Zielomny, que reflexiona sobre las fronteras, al igual que la galería Enrico Astuny, que acoge dos fotografías realizadas por Suzanne Lacy bajo el título 'Tattoed skeleton' (2010), con las que denuncia la violencia de género.

Por su parte, la galería española ADN apuesta por la obra de Nùria Gúell, quien ha enmarcado las cartas que ha enviado a la las autoridades para renunciar a la nacionalidad española, así como el contenido de la legislación que aborda este asunto, al que ha añadido acotaciones con las que reflexiona sobre el "secuestro" que se produce por parte del Estado cuando uno nace o acerca de las "guerras que se defienden con la bandera de los nacionalismos".

Además, ADN vuelve a apostar otro año más por el artista Eugenio Merino, responsable de haber introducido en una máquina de Coca Cola una escultura realista de Franco en la edición de 2014 o de haber colocado en 2010 a tres creyentes (un musulmán, un judío y un cristiano), uno encima del otro, rezando. Sin embargo, y en corcondancia con la tónica general de esta edición, la polémica está ausente.

En lugar de las piezas que hace unos años acapararon la atención de curiosos y medios de comunicación, Merino acude a ARCO con dos obras en las que muestran, por un lado, las Constituciones de los 28 Estados miembros de la Unión Europea en varios tomos de ladrillo. También, bajo el título de 'El otoño del capitalismo', Merino convierte los dólares en hojas caídas de los árboles, que se apilan en el suelo.

ORIENTE Y OCCIDENTE

La artista Taravad Telepasand, nacida en Oregón (Estados Unidos) en 1979, aunque de ascendencia iraní, presenta en la galería Beta Pictoris algunos de sus trabajos, con los que reflexiona sobre la mujer en los límites entre Occidente y Oriente.

Telepasand considera su trabajo una reacción contra el racionalismo de la esperanza y la desilusión de Irán y de la Primavera Árabe, y con él aborda temas como la libertad, la dignidad y la justicia social. Sus obras que reflejan la imposibilidad de reconciliar palabras, imágenes y objetos como sujetos, desarrollando un diálogo entre el artista y el espectador que cuestiona los límites del arte, lo que es tolerable y tabú y los paradigmas.

En este mismo stand, el artista estadounidense Travis Somerville aborda la crisis de los refugiados a través de tres piezas. Una de ellas, la más llamativa, se titula 'The raft of the medusa' y toma como referente a la famosa obra de Théodore Guericault realizada entre 1818 y 1819.