PREMI INTERNACIONAL CATALUNYA

Costa-Gavras reclama el papel disidente del cine

El cineasta carga contra compañías americanas como Netflix, Amazon o Google mientras Puigdemont descaca que su obra ayuda a "desenmascarar los abusos de los estados"

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El cineasta franco-griego Konstantinos Costa-Gavras (Lutra-Iratia, Grecia, 1933) ha hecho gala de su fama de comprometido y siempre crítico con las injusticias, las dictaduras y la sociedad que le rodea tras recibir el 29º Premi Internacional Catalunya, de manos del ‘president’ Carles Puigdemont, en el Saló Sant Jordi del Palau de la Generalitat. En su discurso, el director de películas como la oscarizada ‘Desaparecido’ y ‘La caja de música’ ha alertado sobre la “vulnerabilidad de Europa” y de su cine ante “grandes compañías americanas como Netflix, Amazon o Google”, más “interesadas en satisfacer a los accionistas que en hacer cultura”. Así, ha añadido, “hablamos de consumidores de películas, de que el artista debe ser rentable y de ciudadanos convertidos en consumidores”. Por ello, ha alentado a “la revuelta, al rechazo a tratar la cultura como mercancía”. “El cine solo puede ser un disidente, una dulce subversión contra ideas preconcebidas”, ha dicho rotundo.

Por eso, “el cine debe enseñarse en las escuelas, igual que la literatura o la filosofía”, ha añadido Costa-Gavras. Porque “la educación”, para saber interpretar y valorar esas imágenes, es la solución ante la “visión apocalíptica” de la que hablaba su viejo amigo Jorge Semprún, que dijo compartir en parte, de que las imágenes con las que “nuestra civilización llena el mundo acabarán sustituyendo la letra y matarán la literatura y la escritura”.  

PERVERSIONES DE "REGÍMENES TOTALITARIOS"

Por su parte, Puigdemont ha destacado en su discurso posterior “la mirada insobornable de su cine comprometido”, que permite “desenmascarar las farsas que hay tras los Estados”. El ‘president’ ha recordado que hoy, “en nuestro presente más cercano”, hay “conductas propias de regímenes totalitarios que han refinado su perversión para ser más eficaces” y estados en teoría democráticos que “mientras hablan de compromiso y solidaridad cierran las puertas al drama humano que vive el Mediterráneo, donde mueren millones de personas”. Por ello, ha recalcado la visión del cineasta nos es muy útil para descubrir "el abuso del Estado y la mal invocada razón de Estado para justificar asesinatos, torturas, farsas judiciales, golpes de estado y regresiones de libertad".

Costa-Gavras ha comentado, que pronto descubrió que el cine le permitía, no solo expresar sus “preocupaciones más personales” sino “la rabia contra la injusticia y la admiración por los hombres justos”. Es esa “mirada crítica sobre el mundo y su compromiso social” lo que valoró el jurado para premiar al director de cintas tan comprometidas como ‘Desaparecido’ (sobre la dictadura de Pinochet en Chile y el papel de la CIA), ‘Estado de sitio’ (sobre la dictadura uruguaya), ‘La caja de música’ (sobre los criminales nazis ocultos, con Jessica Lange), ‘Amén’ (sobre el papel del Vaticano en el Holocausto’)  o ‘El capital’ (sobre el sistema financiero mundial).  

EL "ESPÍRITU MERCANTIL" DE LA UE

Costa-Gavras ha recordado que pertenecemos al Mediterráneo, a “una sociedad que nació hace 3.000 años”, y que llegó un momento en que “ya era hora de parar las carnicerías y los holocaustos”, algo que debía hacer una Unión Europea que, ha denunciado, “ha crecido mal, amamantada con espíritu mercantil, no tanto de cultura y de educación, con lo que nuestros sueños se han convertido en errores”.    

Ha señalado además cómo el poder político ha usado el cine para su provecho, “fomentando formas de censura y de control que, a menudo, han conducido a la autocensura de los autores, que han dejado de lado los temas sociales y políticos”. Y el “poder del dinero”, pues “el cine depende más que ninguna arte del dinero para expresarse y los empresarios decidieron que solo podía ser un entretenimiento”. 

VISITAS A BARCELONA Y TEJERO

También ha recordado el cineasta cómo en los 60 y en las visitas que ha ido realizando a Barcelona con los años cultivó la amistad del escritor y superviviente del Holocausto Jorge Semprún y Esteve Riambau (actual director de la Filmoteca de Catalunya), vio cómo la ciudad se “convertía en una megalópolis”, siguió de cerca el crecimiento de la Sagrada Familia y visitó siempre la Fundació Tàpies

Costa-Gavras también ha realizado una revelación sobre una consecuencia inédita del intento de golpe de Estado del 23-F. Fue, ha señalado, durante la preparación de ‘Desaparecido’, cuando buscaban una ciudad de clima similar al de Santiago de Chile, donde transcurría la historia, que no fuera en la convulsa Latinoamérica del momento. “Yo propuse Barcelona y vino un equipo a estudiar la viabilidad pero entonces apareció Tejero y empezó a disparar tiros al aire... y acabamos rodando en México. Me supo muy mal”. Ha terminado con unas palabras en catalán agradeciendo el premio, que, dijo, le “impulsa para seguir haciendo las películas” que le gusta hacer.   

Costa-Gavras es el primer cineasta en recibir el galardón de más prestigio internacional de Catalunya, dotado con 80.000 euros y la escultura ‘La llave y la letra’, de Antoni Tàpies.