Con Bigas Luna en la memoria

«La vida es reto y atrevimiento. Quizá soy un inconsciente, pero, qué quieres que te diga, teníamos que hacerlo». A Carles Porta (Vila-sana, Pla d'Urgell, 1963) se le vino el mundo encima al recibir la noticia del fallecimiento de Bigas Luna. Llevaban seis años trabajando juntos en el proyecto de llevar al cine Mecanoscrit del segon origen, la popular novela juvenil de ciencia ficción que Manuel de Pedrolo escribió en 1974. Estaba todo preparado: el guion, el reparto, las localizaciones. Solo faltaba empezar a rodar cuando, el 5 de abril del 2013, Bigas Luna murió a los 67 años a causa de una leucemia. «No sabíamos que estaba tan mal. Fue un golpe terrible. Sentí un vacío tremendo, pero algo teníamos que hacer con el proyecto...».

Porta decidió echarse al monte. «Qué demonios. ¿Para qué buscar a otro director si yo, como guionista y productor, sabía mejor que nadie lo que quería Bigas?» No fue fácil convencer a algunos coproductores de la viabilidad del proyecto. «La ilusión mueve montañas. A ratos me sentí acojonado. Pero me vi capaz».

El resultado de ese golpe de osadía es Segon origen, estrenada este viernes en salas comerciales y proyectada ayer en Sitges en una sesión especial para estudiantes. El filme, protagonizado por Rachel Hurd-Wood (una Alba ni bruna ni verge, sino pelirroja, veinteañera y profesora de inglés en Lleida) y los debutantes Andrés Batista e Ibrahim Mané, pone al día el relato postapocalíptico de carácer humanista de Pedrolo. Y rinde homenaje a Bigas Luna en una sentida escena en la que, en el velamen de un barco, se proyectan imágenes de Jamón, jamón. «Bigas quizá me habría pedido algo más de atrevimiento, pero creo que estaría muy orgulloso de lo que hemos hecho...», afirma Porta con una sonrisa.