entrevista CON JESÚS MERINO. Dibujante de 'Superman'

«El cómic no es un medio muerto»

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Superman no le es desconocido, porque entintó en una de sus series los lápices de otro gaditano que triunfa en EEUU, Carlos Pacheco. Ahora, Jesús Merino se ha convertido en uno de los dibujantes estrella de DC, que ha confiado en él para las nuevas aventuras del hombre de acero.

—¿Dibujar Superman es lo máximo para alguien que trabaja dibujando superhéroes? ¿O queda algún reto mayor?

—En realidad, retos quedan muchísimos. Mi carrera de dibujante en solitario ha empezado hace relativamente poco: hasta ahora, mi labor había sido de entintador. Superman es un hito en mi carrera, mucho más siendo parte de este relanzamiento editorial, pero no es el punto más alto a nivel creativo. Creo que tengo mucho que hacer, decir y aprender, lo cual me llena de ilusión. Uno de esos retos no anda muy lejos de Superman: es Batman, claro.

—¿Usa mucho el ordenador en su proceso de trabajo o es más de papel, lápiz y goma de borrar?

­—Mi sistema es trabajar primero la pagina físicamente, con lápiz, tinta, aguadas, y lo que sea necesario. Una vez escaneada, altero muchas cosas. Y paso a trabajar con grises y efectos, así que me lleva un tiempo el trabajo en el ordenador. He intentado desprenderme un poco de esa parte, pero resulta imposible. Además, es un desperdicio no utilizar una herramienta tan potente como el ordenador.

—Este Superman que va a dibujar no es el de toda la vida. Es más joven, lleva un traje nuevo... ¿Qué le parecen los cambios que se le han hecho al personaje?

—Algunos eran necesarios y otros superfluos. No creo que vuelvan a ponerle los calzones rojos, pero diría que el nuevo traje no va a ser el definitivo y supongo que ocurrirá como con todos los demás, sufrirá una evolución y algunos ajustes. De todas maneras, una vez dibujado en unas cuantas páginas no choca tanto como al principio.

—¿Qué tienen los dibujantes españoles que gustan tanto en EEUU?

—Pues creo que el que no haya un mercado español potente que pueda competir con los mercados extranjeros. A los dibujantes españoles no solo se les reconoce en el mercado estadounidense, sino en todo el mundo. No quiero ni imaginar lo que sería el cómic español si hubiera un mercado que pudiera alimentar a todos los artistas «emigrados». Y hay algo que nos atrae a los dibujantes hacia el mercado americano: es el único donde puedes trabajar con los personajes de tu vida. Como Superman.

—¿Era necesario relanzar todas las series de DC?

—Por supuesto. El mercado de cómic ha pasado de estancarse a decaer peligrosamente. Hace falta un revulsivo, cambiar de estrategia y volver a captar lectores. El cómic no es un medio muerto, como muchos aseguran. Es un medio vivo y en constante cambio, que no evolución. Algo artesanal en un mundo industrial: un medio tan expresivo y comunicativo como cualquier otro. No digo que este relanzamiento arregle el mercado, pero es la dirección adecuada.

—¿En qué se diferencian los cómics actuales a los que leía de chaval?

—Los que leía de pequeño tenían algo de locura irreflexiva que podía hacer que te gustara cualquier cosa. A los de hoy se les da demasiadas vueltas, se les pide demasiado. El mercado se ha plegado a demasiadas cosas: a lo comercial, a internet, a las opiniones de los que creen saber más que tú, hasta a Hollywood. Hay demasiado en juego hoy día para hacer algo divertido.

­—¿Ve a los críos de dentro de 20 años leyendo superhéroes?

—Claro, el género de superhéroes no tiene por que morir con el formato, ni el formato tiene por qué desaparecer. Siempre habrá chavales y siempre habrá un Superman para hacerles imaginar un mundo mejor. Y, con suerte, alguien que dibuje sus aventuras.