REFLEXIÓN EN VIÑETAS SOBRE LO EFÍMERO DE LA VIDA HUMANA

Tres mil millones de años en el salón de casa

Richard McGuire publica 'Aquí', un cómic revolucionario que experimenta con el tiempo

Doble página del cómic 'Aquí', de Richard McGuire.

Doble página del cómic 'Aquí', de Richard McGuire. / periodico

ANNA ABELLA / BARCELONA

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El salón del hogar familiar en que se crió Richard McGuire (1957) en Nueva Jersey es el perenne escenario de cada doble página de 'Aquí' (Salamandra Graphic). Se trata de una habitación que limpia una mujer en 1986, la misma donde en 1997 entra un ladrón, donde en 1949 un joven se cae de una escalera, en el lugar en el que en 1573 solo había árboles y que en 1870 acoge el pícnic de un pintor y su musa... así desde hace más de tres mil millones de años y hasta un apocalíptico 2313. Cada imagen de este revolucionario cómic, donde el tiempo es el protagonista, se abre simultáneamente, de forma no cronológica, a instantes vividos allí en distintos años, a través de ventanas, inspiradas, un lejano 1989, en las del sistema Windows del que le habló un amigo. “Ahí tuve un momento ¡Eureka!”, revela desde Madrid. 

McGuire, polifacético creador amante de explorar distintos medios, ilustrador de la revista 'The New Yorker', cineasta, diseñador de juguetes, autor de libros infantiles y bajista del grupo Liquid Liquid, ha regresado a la novela gráfica con «una reflexión sobre el paso del tiempo, lo efímero de una vida humana y la huella que el tiempo deja en un pequeño espacio a lo largo de millones de años». Aunque su paso por la viñeta es fugaz -«nunca tuve afición ni ambicioné ser artista de cómic», afirma-, se convirtió en un referente al romper los esquemas de la narrativa del medio y agitar los conceptos de espacio y tiempo con el embrión de 'Aquí', una minihistorieta homónima de seis páginas que dibujó tras ir a una conferencia de Art Spiegelman en 1989 y que este decidió publicar en la mítica revista 'RAW' que dirigía junto a Françoise Mouly. Al aval del autor de 'Maus' se sumó el del reconocido Chris Ware ('Fabricar historias'), fan incondicional que le considera una fuente de inspiración.

FANTASMAS DEL PASADO

McGuire cree en la memoria que guardan las paredes. «Me gusta sentir las energías de lo que sucedió antes en un lugar. En el libro hay un episodio real, cuando vinieron unos arqueólogos a pedir permiso para excavar en el jardín buscando restos de indios americanos. Mi madre no les dejó pero desde entonces no fui capaz de mirar la tierra del jardín sin pensar en lo que debió ocurrir allí antes. Hay otra anécdota real: en la casa de enfrente vivió el hijo ilegítimo de Benjamin Franklin. Yo los veo como fantasmas que se mueven también en el presente».       

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“No es un libro de memorias”, recalca, pero sí hay otros elementos biográficos. “Cuando decidí que dibujaría la casa familiar, mis padres murieron y mis hermanos y yo tuvimos que venderla. Aquello afectó mucho al libro. Mi familia vivió allí 50 años, pero si lo piensas, en el contexto de la historia del planeta ese tiempo es un instante pasajero”. Hay escenas que se repiten, como las fotos que su padre tomaba cada año a todos los hijos en el sofá, que el autor interpreta “como la semilla de la que germinaría el libro porque reproducen el cruce entre el espacio y el tiempo”.  

RITUALES

Otro ritual familiar. “Mi madre cada mañana le preguntaba a mi padre ‘¿Llaves? ¿Reloj? ¿Cartera?’. Tras miles de veces se me quedó grabado y ahora veo que son tres cosas que desaparecerán en un futuro próximo. Quería también amplificar los pequeños momentos de la vida cotidiana que no pasan a la  historia”, señala McGuire, quien ya piensa en desarrollar 'Aquí' en realidad virtual

"Todo es parte de un ciclo -reflexiona-. Lo compruebo en la vida una y otra vez. En el planeta, el rincón del que hablo estuvo bajo agua y volverá a estarlo. Y este libro tiene unos ritmos internos que descubrí al colgar los dibujos en mi estudio para componer el colaje y como músico detecté una musicalidad que es clave, vi que los hilos narrativos se convertían en algo parecido a un poema".  

El cómic empieza en 1957, año en que nació McGuire; en seguida, una mujer entra en el salón y se pregunta: "¿Por qué he venido aquí otra vez?". La respuesta, en la última página: Ella dice "ya me acuerdo", al tiempo que coge un libro de una mesa. ¿'Aquí'?

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