Ciro Zorzoli: «Cada vez hay más teatro en la vida»

El director y dramaturgo argentino debuta en Barcelona de la mano de T de Teatre con 'Premis i càstigs'

Ciro Zorzoli debuta en Barcelona de la mano de T de Teatre.

Ciro Zorzoli debuta en Barcelona de la mano de T de Teatre.

IMMA FERNÁNDEZ / BARCELONA

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-En Premis i càstigs abre las puertas a un entrenamiento actoral. A las rutinas y prácticas del equipo antes de salir a la cancha.

El espectador verá a un grupo de actores que hace las rutinas habituales para meterse en la piel de unos personajes con los que tienen poco que ver. Es como ver un entrenamiento de fútbol en vez del partido. O como las escenas extras de una película, una zona muy viva de los actores que resulta muy atractiva para el público.

-¿Qué plantea?

-Expone las dificultades que encuentra un actor para hallar la perfección, el virtuosismo, en su arte. Los juegos que practican, como cazar una mariposa o caminar sobre un campo de maíz, para poder hacer de sirvientes, de campesinos, vidas muy alejadas a las suyas.

-Cómo meterse en la piel del otro.

-Sí, la intención metafórica de la obra es la dificultad que todos tenemos de ponerlos en la situación del otro, cómo comprender lo que le pasa. Por ejemplo, cuando debemos consolar a un amigo, podemos entender su dolor pero es muy difícil meterse en la dimensión de su sufrimiento. Y más en esta época tan individualista en que la gente lo está pasando tan mal.

-Exactamente. El teatro cada vez está más presente en la vida cotidiana. En las redes sociales, la gente hace relatos de sus vidas, versiones. Cuando vemos todas esas fotos, pensamos: ¡qué vidas más maravillosas tienen! Pero en el fondo no nos conocemos. Nos creamos personajes para nuestros vínculos con los demás. Nos ponemos máscaras, pero quién nos conoce realmente. Muy pocos.

-T de Teatre ha hecho de la comedia su sello. ¿Hay también humor en esta obra?

 -Sí, con humor resulta mucho más fluido reflexionar sobre ciertas cosas. La ironía habilita pensamientos distintos. A veces aparece el absurdo y también hay momentos de humor incómodo, desconcertante, como cuando hay que interpretar a una víctima que tiene hambre.

-T de Teatre quiso trabajar con usted tras ver su obra Estado de ira. ¿Cómo fue el trabajo con la compañía catalana?

-Son unos comediantes maravillosos y ha sido muy fácil. Tienen un sentido del humor muy desarrollado, ha sido un trabajo muy enriquecedor. Son muy buenos.

-Es su debut en Barcelona, donde son conocidos directores argentinos como Veronese y Tolcachir. ¿Algo en común con ellos?

-Aunque hay una distancia, compartimos el territorio del trabajo con los actores. La estética es diferente pero el interés por el trabajo actoral nos une. En Buenos Aires se hace mucho teatro. Además yo me formé como actor y lo tengo muy presente.