ESTRENOS

Un cine español distinto

QUIM CASAS / BARCELONA

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El año pasado, por estas fechas, llegaban a las salas las producciones españolas La herida (Fernando Franco), La plaga (Neus Ballús), Gente en sitios (Juan Cavestany), Caníbal (Manuel Martín Cuenca) y La por (Jordi Cadena). Hoy, un año después, se estrenan Magical Girl (Carlos Vermut), La jungla interior (Juan Barrero) y La distancia (Sergio Caballero).Todas ellas son propuestas alternativas al cine institucionalizado y de mayor vocación comercial, que este año ha dado sus jugosos réditos: Ocho apellidos vascos, El Niño y Torrente 5. Para que haya cine independiente debe existir cine industrial. Lo uno no existiría sin lo otro. ¿De qué se independizarían, si no, creadores arriesgados o auténticos kamikazes como Vermut, Cavestany o Caballero?

Hace unos meses se estrenaba también 10.000 kilómetros (Carlos Marques-Marcet), película muy laureada en festivales patrios y foráneos que llegó a entrar en la lista final de las candidatas a competir en los premios Oscar designada por la Academia del Cine española. Es una propuesta también radicalizada --una historia de amor y desamor contada a través de Skype, mensajes de texto y redes sociales-- que despertó la curiosidad de un público muy diverso y llegó a tener serias posibilidades para irse a Hollywood a competir. Y esperan turno muchas otras películas que quizá no llegen a entrar en la distribución comercial, pero tienen asegurada su plaza en plataformas online, filmotecas, circuitos alternativos como los que conforman la sala Zumzeig en Barcelona y Matadero en Madrid y, con el tiempo, la cuidada edición en DVD: en formato digital terminó su exitoso periplo la opera prima de Vermut, Diamond flash, y acaba de editarse el primer largometraje de Carlo Padial, Mi loco Erasmus.Muchas cosas están cambiando. Un determinado sector crítico se hace eco de ello. La mayoría de festivales apuestan por programar este tipo de filmes o realizar amplias retrospectivas, como el Festival D'Autor (D'A) en su última edición. Además, acostumbran a calar bien entre los jurados: Los pasos dobles (Isaki Lacuesta) ganó la Concha de Oro en San Sebastián en el 2009, y este año se ha llevado el máximo galardón del certamen donostiarra Magical Girl, personal y perverso relato sobre el mundo, el demonio y la carne. Otro detalle significativo: rostros veteranos y promesas más que cumplidas (José Sacristán y Bárbara Lennie) intervienen en filmes como Magical Girl Murieron por encima de sus posibilidades (Lacuesta) a la búsqueda de papeles más atractivos. Además, Sacristán ganó el Goya al mejor actor por su trabajo en la radicalizada El muerto y ser felíz (Javier Rebollo). No es un detalle anecdótico.

Experimentos

El auge del documental ha permitido todo tipo de experimentos en los confines del cine confesional, como La jungla interior y la aún inédita No todo es vigilia (Hermes Paralluelo), o de la recreación con found footage, caso de la tarzanesca Sobre la marxa (Jordi Morató). Gente en sitios demostraría que se puede hacer cine bajo mínimos (low cost en estado puro) aunque con el concurso de más de una docena de nombres conocidos. Albert Serra gana el Leopardo de Oro en Locarno. Sergio Caballero, en su anterior filme, Finisterrae, se permitía minimizar a través del humor absurdo algunos aspectos representativos del cine de Serra (hasta el reverso crítico está permitido). Jaime Rosales está presente siempre en Cannes. Un veterano como Cadena se la jugó con La por. Lluís Miñarro no solo produce a nuevos valores, sino que dirige una divertida y digresiva locura histórica, Stella cadente. Y mucho más.

Nuevo panorama

Nada de todo esto es flor de un día. Lacuesta tardó mucho tiempo en completar su última película por problemas de financiación. Algunos productores de este nuevo cine se encuentran en situación límite a causa de las nulas ayudas gubernamentales a un tipo de creación cinematográfica que no interesa potenciar demasiado desde las altas esferas. Otros filmes no llegarán jamás a una sala de exhibición comercial. No todos, por supuesto, son bendecidos en los festivales. Algunos han pasado de puntillas por los cines. Pero el panorama ha cambiado y la convivencia entre la gran producción para grandes públicos y la obra más personal y minoritaria se acerca a la realidad deseada.

Perlas vistas y no vistas

Pese a su nutrido reparto (Raúl Arevalo, Imanol Arias, José Coronado, Bárbara Lennie, Ariadna Gil, Ángela Molina, José Sacristán, Eduard Fernández, Luis Tossar, Sergi López, Josep Maria Pou, Emma Suárez, Albert Pla), la comedia esperpéntica de Isaki Lacuesta Murieron por encima de sus posibilidades aún no tiene distribución. El festival de Sitges, atento no solo a la producción fantástica española ([REC] 4), hizo pases de La distancia y Taller capuchoc, la particular visión de los talleres literarios (y otras cosas) realizada por Carlo Padial con Miguel Noguera, máximo representante del post-humor. El cine realizado en Galicia ha presentado sus credenciales más radicales con títulos como Costa de morte (Lois Patiño) y Arraianos (Eloy Enciso). El futuro (Luis López Carrasco) muestra cómo se puede hacer otro tipo de relato cinematográfico sobre la transición política española.