Segunda jornada de la tetralogía 'el anillo del nibelungo'

Cinco horas con 'Siegfried'

El Liceu presenta a partir de hoy un nuevo maratón de la saga wagneriana

Lance Ryan encarnando a Siegfried, izquierda, y Peter Bronder, interpretando a Mime en una escena de 'Siegfried'.

Lance Ryan encarnando a Siegfried, izquierda, y Peter Bronder, interpretando a Mime en una escena de 'Siegfried'.

MARTA CERVERA / BARCELONA

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Todo está a punto en el Liceu para afrontar un nuevo maratón wagneriano. 'Siegfried', un drama lírico de cinco horas de duración, es el nuevo episodio de 'El anillo del nibelungo' que a partir de este miércoles (19.00 horas), ofrece el coliseo de la Rambla. El nuevo capítulo de la tetralogía con libreto y música de Richard Wagner está protagonizado por un héroe sin miedo que desconoce su pasado. 'Siegfried', hijo de los gemelos Siegmund y Sieglinde, encarna al nuevo hombre que debe salvar al mundo.

Un gran reparto de voces wagnerianas protagoniza esta producción de la Ópera de Colonia estrenada en el 2000 con puesta en escena de Robert Carsen. Su trabajo va a la esencia del drama, con una escenografía donde predominan espacios solitarios, con pocos elementos pero muy simbólicos. Con ella pretende plasmar el devenir de una humanidad egoista cuya ambición autodestructiva amenaza el equilibrio natural en un planeta cada vez más contaminado y sobreexplotado.

Como en las dos temporadas anteriores, Josep Pons, titular de la Simfònica del Liceu, llevará las riendas de la partitura musical. «A diferencia de 'La valquiria', que es un movimiento bastante lento, 'Siegfried' es como un squerzo. Es un título movido y juguetón, con más movimiento escénico pero definido sobre todo no como teatro de acción sino de reflexión», apunta Pons. Respecto a la música recomienda fijarse en la evolución de la partitura que Wagner abandonó a mitad de la obra durante 12 años durante los cuales creó otras dos óperas: 'Tristán e Isolda' y 'Los maestros cantores'. «Dejó a Wotan a mitad del segundo acto. Cuando recuperó la obra su estilo había evolucionado. Eso se nota en la instrumentación del tercer acto, con una escritura mucho más compleja y a la vez más sintética».

Esta segunda jornada sigue las aventuras del ingenuo Siegfried (Lance Ryan en el primer reparto / Stefan Vinke, en el segundo), un joven héroe que debe salvar al mundo corrompido por el poder del anillo. Wagner se inspiró en personajes de la mitología germana y nórdica para exponer una visión pesimista de la sociedad, influenciada por la filosofía Schopenhauer. «Por desgracia 'El anillo' tiene plena vigencia hoy en día, es un reflejo de la humanidad y de la sociedad actual», destacó Erike Ecker, asistente de Carsen encargada de la puesta al día del montaje 15 después de su estreno de esta versión del ciclo wagneriano.

AMOR Y DESTINO

El último acto, de una sensualidad enorme, Siegfried descubrirá el amor junto a Brünnhilde, la valquiria que está interpretada por la soprano sueca Iréne Theorin en el primer reparto. «Aunque es un personaje que llevo dentro de mí, cada vez que canto a Brünnhilde me pongo a prueba», reconoció Theorin. Albert Dohmen repite como dios Wotan aunque en esta segunda jornada disimula su apariencia disfrazado de viajero para pasar desapercibido. Y la gran contralto Ewa Podlés reaparece en esta segunda jornada como Erda, diosa de la tierra. Completan el primer reparto Peter Bronder (Mime), Jochen Schmeckenbecher (Alberich) y Andreas Hörl (Fafner).

La nieve, protagonista del capítulo anterior visto la temporada pasada, desaparece de la escena. En Siegfried el elemento principal es el fuego, símbolo de Loge. Su presencia destaca también en el Walhalla, la otrora impresionante residencia de los dioses cada vez más solitaria y destartalada.