La edición vuelve a sufrir el cierre de una distribuidora

Fi-rex 21 se declara en quiebra y afecta a editores como Meteora, Navona, Arola y la UB

ERNEST ALÓS / BARCELONA

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El cierre de una empresa distribuidora ha vuelto a golpear al sector editorial catalán. Aunque sin una lista de damnificados tan numerosa como la de hace cuatro años con L'Arc de Berà, la súbita declaración de quiebra de la distribuidora Fi-rex 21 ha impactado de pleno en sellos como Arola, Granica, Meteora, Navona, Robin Book, Menoscuarto y el de la UB. Estas editoriales han visto desaparecer de un día por otro su facturación de los últimos cuatro meses (son las distribuidoras las que cobran de las librerías, y liquidan a las editoriales a 120 días) y deberán recuperar sus fondos y buscar otro distribuidor (por lo que no tendrán de nuevo ingresos hasta al cabo de cuatro o cinco meses). Según Pere Sureda, de Navona, la editorial podrá absorber el golpe. La noticia de la quiebra llegó súbitamente ayer a sus clientes. Otro de los editores afectados, Jordi Fernando, de Meteora, lamenta el grave perjuicio económico pero indica que su prioridad es recuperar lo más rápidamente posible la normalidad a través de un nuevo distribuidor, aunque con la presión de recuperar los libros almacenados antes de final de mes.

El descalabro afecta en un grado muy menor a editoriales que tenían solo a Fi-rex como subdistribuidora para pequeños puntos de venta, como Almadraba, Almuzara, Castellnou, Salamandra, Obelisco, Empresa Activa y Urano / Umbriel.