ESTRENO EN LA SECA

Gelabert se reinventa

Renovador del flamenco 8Cesc Gelabert, fiel a Vicente Escudero.

Renovador del flamenco 8Cesc Gelabert, fiel a Vicente Escudero.

MARTA CERVERA / BARCELONA

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Desde que cerró su compañía y dejó de ser artista residente en el Lliure tras estar ligado a aquel proyecto desde 1977, Cesc Gelabert (Barcelona, 1953) no ha tenido más remedio que reinventarse. Ahora el bailarín y coreógrafo intenta mantener alta la moral y centrarse en la danza. «No paro de trabajar. Solo descanso cuando como», reconoce inmerso en los últimos ensayos de su nuevo espectáculo, Tríptic, que se estrena este jueves en La Seca-Espai Brossa. Y ya prepara Foot-ball, inspirado en este deporte que coproduce el TNC, donde se estrenará en enero.

Tríptic se nutre de mucho material antiguo. En la primera parte, Gelabert revisita trabajos de hace décadas como Suite Santos, coreografía estrenada en 1982, basada en el Concierto para pianio, danza y voz de Carles Santos, y también tres coreografías de Preludis, que creó en colaborción con el artista Frederic Amat. En la parte final, Gelabert presenta lo más nuevo: una coreografía dedicada a Vicente Escudero que solo se ha visto una vez, en el Museo Picasso, dentro de las actividades del último Barri Brossa. «Escudero fue una figura muy interesante, clave. Transformó la manera de bailar el flamenco atreviéndose a utilizar los brazos por encima de la cabeza, algo que fue revolucionario», comenta Gelabert. «Fue una figura poliédrica, el equivalente del surrealismo en el flamenco», añade. Pero, por desgracia, y como le ocurriera a la bailaora Carmen Amaya, su arte ha sido poco reconocido. «La danza es un arte efímero e intangible, ésta es su debilidad», afirma Gelabert, que en su espectáculo usa proyecciones de Escudero y recupera la filosofía del genio flamenco. El montaje videográfico que acompaña la coreografía de Gelabert, que ha contado con la colaboración de Isaki Lacuesta y Jordi Morató, entre otros, incluye también algunos de los dibujos que Escudero realizó «cedidos por José de la Vega que se ha encargado de salvarlos y conservarlos».

Para Gelabert la memoria de la danza ha sido un tema central en su carrera. «Siempre he querido ser parte de ese viaje entre el pasado y el futuro. Me siento futurista». Entre la primera parte del espectáculo y la última se proyectarán 12 vídeos breves que grabó con su iphone para dejar constancia del proceso de abandono de su estudio de danza situado en la calle de Domènech de Gràcia, donde estuvo 27 años. «Ahora ensayo donde puedo. Lo de Escudero lo he preparado en el local que Roseland me ha dejado. Deambulo como un gitano pero al menos duerno tranquilo porque no tengo números rojos. Vivo en concordancia a las ganancias que genero y, claro, no puedo contratar a ningún bailarín si no puedo pagarle».