La cátedra del rey King

El músico influyó con su estilo a un puñado de insignes guitarristas de blues eléctrico y rock

GIRA CON U2 B. B. King, sobre el escenario con Bono.

GIRA CON U2 B. B. King, sobre el escenario con Bono.

JUAN MANUEL FREIRE / BARCELONA

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Puestos a enumerar artistas bajo el influjo de B.B. King, quizá sería más rápido decir qué guitarristas de blues eléctrico y rock de los últimos 50 años no deben algo a King. Serían menos, muchos menos.

De dedos largos pero gruesos, King no podía usar los cuellos de botella que otros guitarristas usaban para el vibrato, pero logró el efecto sacudiendo las cuerdas con la izquierda como lo haría un violinista clásico con su instrumento. Ese efecto, unido a su fluida manera de saltar entre notas en solos personales, definió un estilo que sentó cátedra.

De sus formas relajadas pero intensas se nutrieron todos los guitarristas de blues eléctrico que puedan imaginarse. De Jimi Hendrix a Jeff Beck. De Eric Clapton a Johnny Winter. De Albert Collins a otro Albert, el que comparte apellido con King. El otrora llamado Blues Boy conoció a Hendrix cuando este tocaba con Little Richard en la banda The Upsetters. King dijo en una entrevista para el fancín UniVibes: «Era bastante tranquilo, tímido, no se abría mucho, pero hubo preguntas como todas las que nos hacemos unos a otros. '¿Cómo haces esto?', '¿Por qué haces eso…?'. Tuvimos pequeñas discusiones sobre cosas así. Y era muy educado, pensé que era un chico muy simpático».

A mediados de los 60, King era un héroe en la comunidad afroamericana, pero todavía no había alcanzado ese estatus entre el público blanco. Según parece, todo cambió cuando el afamado guitarrista blues Mike Bloomfield, leyenda de Chicago, declaró que aprendió a tocar «copiando los licks [porciones de melodía] de B.B.».

También ayudó que muchas estrellas del rock británico cantaran las virtudes de King y otros músicos blues de EEUU. En 1967, con solo 22 años y en el apogeo de Cream, Eric Clapton se declaró fan absoluto. Ese mismo año tocaron juntos en el Cafe Au Go Go de Nueva York, pero tuvieron que pasar 30 años para su primera colaboración grabada: Rock me baby, dueto en el disco de King Deuces wild. En el 2000 publicaron un álbum conjunto, Riding with the king, Grammy al mejor disco de blues tradicional.

La lección

1969 fue el año del primer éxito mainstream de King, su versión de The thrill is gone, canción luego grabada por Aretha Franklin y Willie Nelson, entre mil otros. Fue también el año de su gira por EEUU como telonero de los Stones, otros fans británicos de su estilo.

Veinte años después, King consiguió un nuevo público gracias a su conexión con U2, quienes lo reclutaron para el single When love comes to town, del álbum Rattle and hum. Bono recordó esta anécdota: «Cuando estábamos trabajando, le enseñábamos los acordes y decía: 'Caballeros, yo no hago acordes, yo hago esto [refiriéndose a su estilo de solo]. Hay una lección en eso. Él es, como lo describe Keith Ricards, un especialista». El grupo de Bono se lo llevó de gira por Oceanía, Asia y Europa.

Hasta sus últimos momentos, King quiso siempre estar cerca de las nuevas generaciones -aquí ,fue muy amigo de Raimundo Amador-, de ahí sus múltiples discos en alianza con artistas más jóvenes. También era un forofo de la red y, según se dice, una vez enseñó a un joven reportero cómo pasar música de vinilo a MP3. B.B. King, sentando cátedra hasta el final.