UN SECTOR CON PRESENCIA INTERNACIONAL

Bolonia ya dibuja en catalán

Feria del libro infantil de Bolonia

Feria del libro infantil de Bolonia / periodico

ERNEST ALÓS / BOLONIA

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La Feria del Libro Infantil de Bolonia, con un millar de editoriales de todo el mundo presentes, cuenta desde hoy con Catalunya y las Baleares, a través del Institut Ramon Llull, como invitados de honor, con el programa 'Sharing a future: books in catalan' (compartiendo un futuro: libros en catalán). Inauguradas hoy por el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, las tres exposiciones de ilustradores catalanes y el centenar de charlas y mesas redondas en las que participarán editoriales y creadores catalanes, de momento el primer éxito ha sido convertir la exposición de 42 ilustradores catalanes -42 hamacas con la información de la obra de cada uno de ellos- en un espacio de descanso, algo muy codiciado en un encuentro que obliga a caminar kilómetros entre los siete pabellones feriales.

La opción del IRL, en una participación que cuenta con un presupuesto de 500.000 euros, ha sido poner el foco en los ilustradores. "Aunque presentamos la ilustración y el libro como un todo, este encuentro es la única forma que tiene la ilustración de ganar protagonismo exterior", a diferencia de la producción estrictamente literaria, que cuenta con otros focos, y además esta opción encaja con las especificidades de la feria de Bolonia, explica la responsable del área de literatura del Llull, Izaskun Arretxe. "Aquí no vienen los escritores individualmente, pues los representan sus editores y agentes, pero sí vienen los ilustradores a mostrar su trabajo", añade. Según Arretxe, la feria se beneficia de que el sector ya tiene una buena presencia internacional (a diferencia del vacío que vino a llenar la Feria de Fráncfort en el 2007), "pero hay margen para dar un salto adelante en libros traducidos a otras lenguas y en la posibilidad de que los ilustradores puedan ser contratados por editores de otros países".

EN BUSCA DE RECONOCIMIENTO

En otras ferias, la ausencia (Fráncfort) o presencia (París) de la literatura hecha en castellano en Catalunya levantó polémica. Aquí se ha optado directamente por promover únicamente el libro escrito en catalán (y el trabajo de quienes los han ilustrado). Pero eso no ha significado dejar fuera a nadie ni ha suscitado resquemores: una de las características del sector es que casi todo el libro en catalán está traducido al castellano, y viceversa.

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Según la presidenta de la Associació d’Editors en Llengua Catalana, Montse Ayats, la gran diferencia respecto a aquella pionera experiencia de Fráncfort es que en Bolonia "el sector ya lleva 35 años picando piedra y creyendo en la internacionalización", y que la presencia de Catalunya será especialmente útil de puertas para adentro. "Esto ayuda a que se dé más valor a una producción que a veces no se reconoce suficientemente. Si decidimos -añade Ayats- que los niños son los futuros lectores, toda la sociedad ha de convertirse en una sociedad de la lectura, sin atribuirnos las culpas unos a otros, y alejando la asociación de la lectura a una actividad escolar obligatoria".

TODOS LOS ACENTOS DEL CATALÁN

Otro de los motivos del lema 'Books in Catalan' es que permite incluir a creadores y editoriales de todos los países de habla catalana. "Era el planteamiento más inclusivo y menos traumático", apunta Arretxe. No solo han sido invitados Catalunya y las Baleares, a través del Institut Ramon Llull, sino que, de forma excepcional, en la inauguración han estado presentes también el 'conseller' de Cultura valenciano, Vicent Marçà, y el Govern de Andorra. Martí March, 'conseller' balear de Educació, se ha felicitado de que "de nuevo Catalunya, las Baleares y el País Valencià estén en una iniciativa conjunta" de promoción del catalán, "que tiene -ha recordado a la audiencia italiana-  la vitalidad de una lengua fuerte y que aspira a ser una lengua normal de una literatura normalizada".

Puigdemont ha destacado que el catalán es "el puente de unión" entre estos territorios y ha destacado que uno de los motivos principales para la presencia catalana en Bolonia -"la primera vez que una nación sin Estado tiene el papel de invitado oficial"- es "poner el foco en nuestra cultura". Una cultura, ha dicho, que es el "petróleo" con el que cuenta Catalunya, "nuestra seña de identidad y nuestra forma de presentarnos al mundo". Hasta el punto, ha añadido, que el país no solo es una  potencia editorial (90 editoriales y 2.600 libros al año en catalán) sino que "es una nación del libro, con una actitud casi reverencial hacia este".

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