EXPOSICIÓN

'Benvolgut mestre' Català-Roca

La Fundació Setba exhibe 35 imágenes del reconocido fotoperiodista y crea un diálogo con 10 profesionales actuales

Exposición 'Belvongut mestre'. Diálogo entre Francesc Català Roca y Pepe Encinas

Exposición 'Belvongut mestre'. Diálogo entre Francesc Català Roca y Pepe Encinas / periodico

NATÀLIA FARRÉ / BARCELONA

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"Cuando buscamos imágenes de la historia reciente de Barcelona siempre topamos con Català-Roca", afirma Cristina Sampere, directora de la galería Fundació Setba. De manera que en las últimas exposiciones que ha hecho la sala de la plaza Reial siempre ha lucido alguna instantánea del fotoperiodista. Las hubo en la exitosa 'El taxidermista'. La muestra que rescataba la memoria de la mítica tienda vecina acogía un impresionante retrato de Joan Miró mirando el escaparate. Y las hubo en la exposición dedicada al recuerdo del polifacético limpiabotas de la plaza, Fructuós Canonge. Sin olvidar sus fotografías sobre los marineros americanos deambulando por Barcelona allá por los 50 que también han formado parte de alguno de los proyectos de la galería. Así que, con estos antecedentes, Sampere afirma que la sala estaba en deuda con él: "Le debíamos una exposición". Y la han montado (hasta el 23 de junio).

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Lleva por título 'Benvolgut mestre', un enunciado que no es baladí. Pues aunque el protagonista absoluto es Francesc Català-Roca (1922-1998), la muestra acoge también la mirada de otros 10 fotoperiodistas actuales que como única condición para participar debían suscribir el título. La respuesta fue unánime. Todos -Sandra Balsells, Andreu Català, Colita, Pepe Encinas, Joan Guerrero, Kim Manresa, Jordi Pol, Leopoldo Pomés, Txema Salvans Tino Soriano- comparten la máxima. Los que lo conocieron, como Encinas y Pol, destacan su afabilidad: "Era muy cercano, fácil de abordar", apunta el primero; "Era siempre muy agradable, aunque fuerte en sus opiniones", afirma el segundo. Y los diez invocan su maestría.

LA FLORISTA Y LA GITANITA

"Para mí es un autor de referencia en la fotografía de calle. Un fotógrafo de ojo rápido, atento, observador, capaz de capturar con gran belleza escenas intrascendentes, momentos que a muchos nos pasarían desapercibidos", reflexiona Balsells. La fotoperiodista luce uno de sus trabajos junto a otro del maestro. El suyo fue tomado en Sicilia durante la Semana Santa del 2011; el de Català-Roca, en Barcelona, en 1953. Cuelgan juntos porque la propuesta de Setba es la de entablar un diálogo entre la obra del fallecido fotoperiodista y la de los profesionales actuales. A cada uno de los contemporáneos se le dio una imagen de Català-Roca a la que debían responder con una obra suya. A Balsells le tocó un marinero americano postrado entre dos cañones: "Escogí la mía por la composición, es la misma; y también me pareció interesante la contraposición entre el mundo militar y el religioso, dos maneras diferentes de entender el mundo", explica

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":"\"Era un fot\u00f3grafo\u00a0","text":"\"Era un fot\u00f3grafo\u00a0de ojo r\u00e1pido, atento, observador, capaz de capturar con gran belleza escenas intrascendentes\", afirma Sandra Balsells \u00a0"}}La mirada de la florista de La Rambla que Català-Roca inmortalizó en 1953 es lo que llamó la atención de Encinas a la hora de buscar uno de sus retratos. "Tuve claro el que escogería desde el primer momento. Fue un 'flash'. Rápidamente recordé la mirada de la gitanita que se me acercó con su hijo recién nacido escondido en una manta un día de 1980", explica. Resulta, además, que las dos imágenes comparten escenario.

La similitud "pese a la distancia en el tiempo y el espacio" es lo que llevó a Joan Guerrero a decantarse por una imagen de un indio andino que tomó en Ecuador en 1996. "Parecen de la misma familia". Imposible: la de Català Roca es de 1970 y plasma a un pastor de la Cerdanya. Y "el sonido que no se oye pero se intuye" es una de las cosas que unen la imagen de Pol con la del protagonista de la muestra. Català-Roca captó a un músico de cobla en 1952, y Pol, a uno de los habituales de las tertulias futboleras que antaño se producían en La Rambla. Ambos personajes, además, comparten boina y movimiento.

VENTA SOLIDARIA

Hay más diálogos, como el de Pomés, que responde a una modelo con otra modelo. Ambos trabajos son publicitarios pero no pueden ser más diferentes. El reconocido publicista utiliza todos los recursos que le da un plató; Català-Roca "jamás añadía elementos artificiales a sus fotografías, quería que el entorno del retratado fuera el escenario; de hecho, él no hablaba de retratos, no le gustaban, hablaba de personajes", explica Núria Gil, conservadora del Arxiu Català-Roca, un fondo con 200.000 negativos (copias y diapositivas, al margen) que es el origen de la muestra. Treinta y cinco imágenes modernas, no de época, de Català-Roca que se venden junto el resto de instantáneas de los fotoperiodistas actuales.

Es una venta benéfica, pues el margen de la galería se destinará a un taller de fotografía para mujeres víctimas de la violencia sexista.