CRÓNICA DE ÓPERA

Castellucci impone su toreo dramatúrgico en el Real

El impactante montaje de 'Moisés y Aaron' de Schönberg hace olvidar la polémica por la presencia del bóvido 'Easy Rider' en escena

opera  Moises y Aaron   en el Teatro Real de Madrid

opera Moises y Aaron en el Teatro Real de Madrid / periodico

CÉSAR LÓPEZ ROSELL / MADRID

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El arte con mayúsculas venció a la polémica. La presencia del toro 'Easy Rider', un semental charolés de 1.500 kilos, en el escenario del Teatro Real había hecho correr ríos de tinta e incendiado la redes con la demanda de colectivos animalistas de su retirada del montaje de Romeo Castellucci. De nada habían servido las garantías ofrecidas asegurando el cuidadoso trato al bóvido y los permisos en regla que daban fe de la legalidad de su intervención, ajena a cualquier trato vejatorio, en la producción de 'Moisés y Aaron' de Schönberg, el mayor reto de la temporada en el teatro madrileño con unos 400 participantes, entre artistas y técnicos.

Los casi 50.000 firmantes de la petición de retirada insistieron hasta el final en su reclamación, aunque ni en las proximidades del teatro ni en la sala apareció en la noche del martes el menor signo de protesta. Todo funcionó según lo previsto en la aparición durante 15 minutos del tranquilo toro ejerciendo su rol de divinidad pagana. Durante su estancia en el escenario solo movió levemente la cola cuando le fue arrojado un cálido líquido negruzco. Ni siquiera le alteró el pulso la belleza de la virgen desnuda situada a su lado ni lo más tímbrico de una música a la que ya está acostumbrado.

IMPACTO ESCENOGRÁFICO

Terminada su aparición, volvió a las caballerizas próximas con sus dos cuidadores y un veterinario contratado para controlarlo. Todo esto le costará al teatro que dirige Joan Matabosch unos 22.000 euros durante las siete funciones previstas, aunque la imponente presencia del animal en el escenario se justifica por la coherencia del relato y por su impacto escenográfico, que ahorra otros dispendios en este apartado. Castellucci se llevó las mayores ovaciones de un público entregado a la excelente construcción dramatúrgica de esta inconclusa obra maestra del dodecafonismo.

También recibieron aplausos Lothar Koenigs, director musical de la propuesta, y los protagonistas de la función, Albert Dohmen (un rígido, puro y fanático Moisés) y John Graham-Hall (tolerante y humano Aaron). El formidable coro Intermezzo, con 80 miembros de permanente presencia en escena (entre ellos Sonsoles Espinosa, esposa de Zapatero), tuvo la papeleta más difícil actuando como pueblo dentro de la complejidad de una partitura que, según Koenigs, "a veces parece hecha contra el canto".

LA IDEA FRENTE A LA ACCIÓN

Un nutrido grupo de bailarines, figurantes y acróbatas enriquecen la puesta en escena de una obra inspirada en la huida de Egipto del pueblo hebreo y en la revelación de los Mandamientos. El impactante tratamiento visual contribuye a mostrar a un Moisés que no es el de la Biblia sino el de Schönberg, un hombre incapaz de cumplir la misión que le ha encomendado la voz de Dios. Él no confía en las palabras, que surgen incesantemente de una máquina para proyectarlas sobre la pantalla, sino en el silencio, la profilaxis de la imagen y el ascetismo de la idea. El director lo confronta con su hermano Aaron, hombre de acción y de fácil verbo, encargado de  transmitir la nueva misión para un pueblo elegido.

En el primer acto domina el color blanquecino, con una especie de niebla o calima del desierto que resalta el estado mental de Moisés. El pueblo apenas se ve. En la continuación aparece ya un más luminoso mundo real, con el pueblo entregado a los dioses paganos y a las costumbres licenciosas después de esperar 40 días al profeta. El color ocre del toro proyecta una gran carnalidad junto a la visión confrontada de la joven desnuda. Todos, incluso Aaron, se van tiñendo de negro, en una creciente imagen de embrutecimiento general. "¡Oh, palabra, tú, palabra, que me faltas!", clama Moisés al final para expresar su desesperación. Un monumental montaje y un gran reto superado con nota.

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