El Canijo de Jerez: «Mi deseo es llegar a ser como Smash o Triana»

El músico presenta 'La lengua chivata' este jueves en Apolo

El Canijo de Jerez, durante la entrevista.

El Canijo de Jerez, durante la entrevista.

JORDI BIANCIOTTO / BARCELONA

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Marcos del Ojo, El Canijo de Jerez, entrega su segundo capítulo en solitario tras el final de Los Delinqüentes. La lengua chivata orienta su actitud garrapatera, influida por el rock andaluz clásico y el primer disco de Veneno, hacia nuevas metas sonoras y cruces de géneros. Lo muestra este jueves en Apolo (21.15 horas).

-¿Un chivato es alguien despreciable o simpático?-Puede ser una palabra positiva, pienso en las redes sociales, donde nos enteramos al instante de que la Pantoja ha entrado en la cárcel. El chivato puede ser la vecina cotilla, o el chaval que le cuenta cosas de ti a la profesora. Al principio iba a titular el disco Lenguas urbanas, refiriéndome a las jergas callejeras y las palabras que no están en el diccionario.

-Un disco que vuelve a lanzar una mirada despreocupada a la vida.

-Sí, soy del sur, de Cádiz, y allí nos reímos y sacamos punta de todo. Solo hay que ver los carnavales. Pero en este disco también hay desahogo, nostalgia, desamor...

SEnDRata mentirosa parece inspirada en la corrupción política. Una excepción en su repertorio.

-Esa es de desahogo. En lugar de enfadarme o insultar compongo una canción. No se basa en nadie en concreto, hay tantos en los que inspirarse... Pero me refiero tanto a políticos como a gente de la vida cotidiana.

-Lo grabó en el estudio de Punta Paloma, que dio título a un disco de Kiko Veneno.

-Es propiedad de José María Sagrista, guitarrista que trabajó con Triana en la época de Sombra y luz.

-Me encanta, porque desde chico, con 15, 16 años, escuchaba los discos de Triana y Smash. Mis compañeros no sabían ni quiénes era. Mi deseo y mi sentimiento es querer llegar a ser como ellos. Para mí, Smash fue el grupo pionero de la fusión del flamenco con el rock. En cierta manera los copio.

-¿Le gusta pensar que es un heredero del rock andaluz de los 70?

-¿Lo reconoce así, abiertamente?

-Sí, sí, como copio a los Beatles, a Pink Floyd, Bob Dylan... Y a Tabletom. Quiero ser como ellos. Siento una influencia muy cercana.

-No le preocupa innovar o sonar personal.

-Me preocupa hacer canciones buenas, que es lo que perdura en el tiempo. Y las buenas canciones se consiguen inspirándote en buenas canciones. Yo me digo: «voy a hacer una canción estilo The Black Keys», y luego, eso sí, me sale a mi rollo, metiéndole algún toque flamenco...

-¿En la canción Le lengua chivata pensó «quiero sonar como un grupo fronterizo tex-mex»?

-Sí, había visto Django desencadenado, de Tarantino, y salí tan flipado que quise hacer algo así, con trompetas del oeste. La hice la misma tarde. Pero todo el disco es muy variado: tiene un reggae, un ska... Con la misma lírica garrapatera de siempre, la misma jerga, pero intentando hacer canciones variadas.

-¿No teme que con ese nombre, El Canijo de Jerez, la gente piense que es un cantaor de flamenco jondo?-Pues tiene razón, no lo había pensado, pero me gusta, porque así podemos ampliar el registro de Jerez, ya que entre el Capullo de Jerez y la Paquera de Jerez, nadie piensa que ahí se pueda hacer rock'n'roll, o fusión de flamenco y rock.

-¿Ha cambiado ese código garrapatero de sus inicios?

-No, más allá de un estilo musical es una forma de ser. Gente callejera, que no mira a nadie por encima del hombro, a la que le gustan Veneno y Las Grecas. Me encantaría que la palabra estuviera en el diccionario.