CRÓNICA DE FESTIVAL

Mérida se rinde al 'Calígula' de Pablo Derqui

El actor pone de pie al público del Teatro Romano en el estreno del montaje de Mario Gas de la obra de Camus que vendrá al Grec la próxima semana

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CÉSAR LÓPEZ ROSELL / MÉRIDA

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Dos horas después de encarnar la figura del despótico, cruel e iluminado Calígula, a Pablo Derqui todavía le sobraban energías. El actor se había vaciado para dar vida al complejo personaje de la obra de Albert Camus y el público del Teatro Romano de Mérida, impactado por su enorme actuación, se levantó de sus asientos para tributarle una larga y merecida ovación después de la demostración de talento realizada a más de 33 grados de temperatura. Los espectadores, que ya le habían aplaudido en algunos pasajes del elegante montaje de Mario Gas, premiaron de este modo la completa exhibición del actor en su viaje por todas las facetas de un tirano que deambula entre la lucidez y la locura. Derqui y los compañeros de un reparto íntegramente catalán se mostraron emocionados por la buena acogida a la producción del festival emeritense, el Romea el Grec, adonde llegará el próximo jueves. Tras una pequeña gira posterior, el espectáculo hará temporada en el teatro de la calle Hospital.

Hace tiempo que Gas y Derqui planeaban unir sus fuerzas para explorar las posibilidades de una obra que se ha presentado en seis ocasiones en la muestra extremeña. La oportunidad ha llegado ahora y el arranque no ha podido  tener mejor marco que el del milenario teatro, donde se ha ubicado una plataforma inclinada y la imagen de un palacio romano de la época de Mussolini diseñados por Paco Azorín. El blanco es el color dominante de un vestuario, que da entrada a diferentes colores en función del carácter de las escenas, como ocurre en el momento en el que el protagonista aparece como Venus, en su intento de equipararse con "unos dioses,que son tan crueles como los humanos", luciendo una estética de brillos cercana a la de David Bowie.

SIN HISTRIONISMOS

"Cada día descubro nuevas caras de la personalidad de Calígula y este es uno de sus atractivos", destacó Derqui al término de la función. El actor pasa durante la representación por los diferentes estados de ánimo de un personaje desquiciado tras la muerte de su hermana y amante Drusila. Este hecho le hacer reflexionar sobre lo absurdo de una existencia que tiene fecha de caducidad. "El amor no existe. Quiero la luna en mis manos", le exige a su criado Helicón (un convicente Xavier Ripoll) buscando en lo imposible su razón de ser, mientras somete a sus súbditos a una creciente tiranía criminal. El actor se multiplica en su catálogo de gestos, miradas y acciones, arropados por una dicción perfecta, que le sitúa a la perfección en cada momento de la acción. El intérprete hace una verdadera creación de su personaje sin necesidad de recurrir al histrionismo, un recurso que se utiliza en otros montajes para intentar dar mayor entidad dramatúrgica a un gran texto, en el que el pensamiento tiene más peso que la estructura teatral.

La interacción con los otros personajes tiene siempre mucha fuerza. En sus encuentros con Mónica López (Cesonia, sensual amante y consejera del sátrapa), siempre hay electricidad. También se produce en sus relaciones con Escipión (Bernat Quintana), joven criado cuyo padre había sido asesinado por el soberano; con Quereas (Borja Espinosa), y con los conspiradores senadores interpretados por Pep Ferrer, Pep Molina, Anabel Moreno y Ricardo Moya, que se desdoblan en diferentes personajes, a los que humilla y provoca para que acaben siendo los que lo ejecuten, no sin antes haber quitado de en medio a la citada Cesonia para reafirmar su poder y quedar solo frente a sus enemigos..

La lectura de Gas dibuja muy bien el proceso de autodestrucción de Calígula, acentuando los estados de ira de su peligrosa neurosis y su perfil andrógino. El montaje ahonda en temas como el abismo existencial, la arbitrariedad en el abuso del poder y la imposibilidad del amor, entre otros. Sobra quizá algún artificioso 'show' para animar la puesta en escena, pero en conjunto es un gran espectáculo que cuenta con un protagonista de matrícula.

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