Calabria El gen de la tragedia

Francesco Munzi

Mientras retrata a tres hermanos implicados en grados distintos en la mafia y sacudidos por una guerra entre clanes, Calabria presenta varias similitudes con títulos previos del género. Es especialmente clara su conexión con Gomorra en tanto que ambas ofrecen un retrato nada realista y glamuroso del crimen organizado -en este caso no es la Camorra sino la calabresa 'Ndrangheta-, pero si entonces Mateo Garrone lo mostraba en toda su cruda mundanidad, ahora Francesco Munzi escenifica una tragedia griega sobre lo imposible que resulta romper un ciclo de violencia o escapar del pasado, y sobre la pertinaz supervivencia de feudales códigos de honor y retribución en virtud de los que la sangre se derrama de generación en generación.

En el proceso Munzi hace un uso habilísimo de la contención. En primer lugar, no estetiza la vida del gánster y, en concreto, se centra menos en la violencia que en sus consecuencias. En segundo, su trazo de personajes es firme, pero no se esfuerza por atraernos a ninguno de ellos. Y, pese a ello, logra sumergirnos en el universo de los hermanos Carbone gracias a esa atmósfera tóxicamente sombría -y, en buena medida gracias a los paisajes calabreses, extrañamente poética-- que enfatiza el fatalismo de unas vidas irrevocablemente destinadas hacia la tragedia.  N. S.