Hablar de valores en clase

El profesor August García destaca la agilidad lectora, el humor y los distintos puntos de vista como claves del éxito No trabaja el libro de forma académica, lo lee y hace preguntas a los alumnos

En clase 8 August García, leyendo a sus alumnos 'Wonder', en la escuela El Castellot de La Múnia.

En clase 8 August García, leyendo a sus alumnos 'Wonder', en la escuela El Castellot de La Múnia.

L. F.
BARCELONA

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El libro no solo ha robado el corazón de los más jóvenes, sino que también lo ha conseguido con los adultos. Es el caso de August García, un profesor de primaria de la escuela El Castellot de La Múnia (Alt Penedès), que después de que la novela cayera por casualidad en sus manos decidió exprimirla al máximo en clase. «No trabajo el libro de forma estrictamente académica, sino como lectura de placer. Simplemente lo leo en voz alta y luego les hago preguntas o hago algún comentario», comenta García para explicar por qué no utilizó las guías que ofrecía la editorial.

La primera reacción de sus alumnos es de curiosidad por la malformación que padece el protagonista, pero rápidamente se sumergen en la historia, obviando esta característica. Después de leer, «poco a poco aprenden cómo es de importante el lenguaje para expresar aquello que sienten», detalla el profesor, destacando las evolución de los niños a medida que se lee el libro. «Aunque también hay silencios muy significativos», aclara el docente.

El estilo de la autora

Este profesor de ciclo superior (10 a 12 años) destaca tres elementos del estilo de la autora que han conseguido que los niños se enganchen a la obra: la agilidad lectora, con capítulos cortos y un léxico no muy complejo, el sentido del humor que evita lo lacrimógeno -«se sabe reír de sí mismo, olvidándose así de sus carencias», comenta- y que se trate de una historia narrada desde diferentes puntos de vista. «Una cosa que sorprende a los niños es que una misma historia se pueda vivir de formas distintas

-explica García-. Al fin y al cabo, así aprenden cómo es la vida; las mismas cosas las vivimos y las vemos de formas distintas».

Lógicamente, Wonder no es la solución al acoso escolar pero sí que «puede ayudar a hacer reflexiones» sobre conductas y conflictos de la escuela. «Las causas son varias. Es muy complejo, pero ahora está más presente que antes porque lo diagnosticamos más, y eso lleva a banalizar el problema», dice refiriéndose al problema del acoso escolar.

Aunque el libro sirve para trabajar algunos valores, García destaca que realmente lo escogió por la alegría que transmite su lectura. «Wonder es un canto a la vida con gratitud, a la consideración de los otros y a las pequeñas cosas que realmente son las importantes», explica el profesor para contar que esto es lo que pretende transmitir a sus alumnos con el libro.