Bud Spencer, el gran repartidor del cine italiano

El actor, cuyo nombre real era Carlo Pedersoli, formó con Terence Hill una de las parejas más populares de los años 70

QUIM CASAS

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Napolitano de origen, Bud Spencer se llamaba en realidad Carlo Pedersoli. Con otro actor italiano que americanizó su nombre, Terence Hill (nacido Mario Girotti), formó una de las parejas más populares del cine comercial italiano de los años 70. La serie que los hizo célebres a nivel internacional constaba de dos títulos: 'Le llamaban Trinidad' (1970) y 'Le seguían llamando Trinidad' (1971), cruce bastardo de spaghetti wéstern y comedia donde Spencer, el más bruto de esta particular remodelación latina de El Gordo y el Flaco, repartía sus particulares galletas (una variada gama de puñetazos, bofetadas y otros golpes) mientras Hill desenfundaba con clase. Antes de eso, ya habían obtenido notable repercusión a nivel local con la trilogía formada por 'Dios perdona… yo no' (1967), 'Los cuatro truhanes' (1968) y 'La colina de las botas' (1969), en la que Spencer encarnó a Hutch Bessy y Hill a un tal... ¡Cat Stevens!

Spencer falleció el lunes en un hospital romano a los 86 años; tenía diez más que su compañero de andanzas en la pantalla. Dada su imagen más conocida, la de un fortachón amante del empleo de los puños antes que la razón (Bancaja lo contrató en el 2009 para su campaña de publicidad haciéndole repartir sus populares galletas), es difícil imaginarlo como un revolucionario nadador. Y lo fue. Había emigrado con sus padres a Argentina, primero, y Uruguay, después, a finales de los años 40. Y allí ejerció de bibliotecario hasta convertirse en nadador cuando los Pedersoli volvieron a casa.

La verdad es que viendo sus fotografías como profesional de la natación resulta difícil pensar en él como el barbudo, mal vestido y sucio El Niño, su personaje en la serie Trinidad. En 1949 se proclamó campeón de los 100 metros libres rebajando por primera vez en Italia el tiempo a menos de un minuto. Participó en tres Juegos Olímpicos (Helsinki 1952, Melbourne 1956 y Roma 1960) y ganó varias medallas en los Juegos Mediterráneos de 1951 y 1955, tanto en natación como en waterpolo; un atleta total.

HOMENAJE A SPENCER TRACY

En medio de esta vorágine competitiva sobre el agua, Spencer debutó en el cine aprovechando el rodaje en Italia de la superproducción hollywoodiense 'Quo Vadis?' (1951). Una aparición fugaz, y sin acreditar, como guardia romano fue el pistoletazo de salida a una carrera que anuló sin rapidez su faceta de nadador. Intervino como Carlo Pedersoli en cinco filmes más hasta 1959, pero luego abandonó el cine hasta que volvió en 1967, ya convertido en Bud Spencer en homenaje al actor Spencer Tracy. Cualquier parecido entre ellos es pura coincidencia.

La buena entente con Terence Hill, con quien ya había coincidido en 'Aníbal' (1959), lo convertiría en uno de los actores más conocidos del cine italiano de consumo. A diferencia de Hill, que había trabajado en 'El gatopardo' de Visconti y en una versión germano-italiana de 'Los Nibelungos', Spencer siempre prefirió los géneros populares. Y cuando un personaje le funcionaba, nunca dudó en repetirlo. Así, además de Bessy y El Niño, nacieron el inspector de policía apodado Piedone (Zapatones), al que interpretó en cuatro ocasiones: 'El súper poli' (1973), 'Pies grandes' (1975), '¡Puños fuera!' (1978) –el título español parece un tributo a Mazinger Z– y 'Zapatones' (1980). O el del sheriff Joe Scott en dos cintas más en las que formó pareja con un joven alienígena, 'El sheriff y el pequeño extraterrestre' (1979) y 'El supersheriff' (1980).

SIEMPRE SÚPER

Forajido de eurowéstern, policía urbano, sheriff rural… Con Hill También fue bucanero en 'El cosario negro' (1971), piloto de aviación en '¡Más fuerte, muchachos!' (1972), sacerdote de una isla paradisíaca en 'Dos misioneros' (1974), corredor de coches en 'Y si no, nos enfadamos' (1974) y aventurero africano en 'Estoy con los hipopótamos' (1979): 'buddy movies all’italiana'. En solitario, hasta hizo de gángster durante la Gran Depresión en 'También los ángeles comen judías' (1973), con Giuliano Gemma emulando a Hill sin tanta gracia. Fuera del registro cómico intervino en producciones importantes como el 'giallo' de Dario Argento 'Cuatro moscas sobre terciopelo gris' (1971) y el 'thriller' 'Turín negro' (1972).

En sus otras colaboraciones con Hill, la palabra súper estuvo al orden del día, al menos en los títulos españoles: 'Dos súper policías' (1977), 'Dos súper súper esbirros' (1983), 'Dos súper dos' (1984), 'Dos súper policías en Miami' (1985)... Un actor súper y grandote que nunca se tomó en serio a sí mismo.