CÓMIC

Raf, el dandi que creó a Sir Tim O'Theo

Una completa e ilustrada biografía ilustrada reivindica el genio de uno de los grandes de los tebeos de Bruguera

Sir Tim O'Theo y su ayudante Patson, creados por Raf.

Sir Tim O'Theo y su ayudante Patson, creados por Raf. / periodico

ANNA ABELLA / BARCELONA

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Ya se lo dijo el legendario Junceda al padre del pequeño Joan Rafart, que por entonces contaba 6 o 7 años: “Este niño tiene madera de artista”. El dibujante catalán, que era amigo de la familia, vio un dibujo del chaval de un caballo con ocho patas y le preguntó por qué no cuatro. “Para que corra más”, le respondió. Y Junceda usó aquella idea para una portada de ‘Patufet’ que luego regalaría al joven y futuro Raf, creador de personajes tan emblemáticos del tebeo como Sir Tim O’Theo y su fiel criado Patson

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Una completa biografía, ‘Raf, el ‘gentleman’ de Bruguera’ (Amaníaco Ediciones), recupera y reivindica a quien fue uno de los grandes de la segunda generación de la mítica editorial, en la que debutó junto a su amigo Francisco Ibáñez, pero que siempre prefirió mantenerse en segundo plano y alejado de la prensa y la promoción. La firma el periodista y divulgador de cómic Jordi Canyissà (Barcelona, 1972), que ha entrevistado a familiares, amigos y colegas de profesión y ha buceado en archivos y colecciones personales rescatando numerosas historietas y dibujos, algunos inéditos y otros no publicados en España, que componen un centenar de las 400 páginas del libro, y que permiten saborear parte de la obra casi inencontrable del autor y ver su evolución.     

Para Raf, seudónimo de Joan Rafart Roldán (Barcelona, 1928 - 1997), Junceda fue un referente y sus palabras se le grabaron en la memoria. No así a su madre, que no veía bien una carrera artística para su hijo y le dio dos opciones: o trabajar en el banco de su padre (director de Soler y Torre, Hermanos) o en la fábrica de tintes de su tío. Y Raf, que en 1992 recibiría el Gran Premio honorífico del Salón del Cómic de Barcelona, se fue a su pesar de contable a esta última, hasta que en 1957, con 28 años, ya padre de familia y animado por su esposa, Carme Muns, dio un vuelco a su carrera. “Tenía la vida asegurada pero tenía la necesidad de expresarse artísticamente y fue consecuente y tomó la decisión de dejar de trabajar en una fábrica para, ironías de la vida, entrar a trabajar en otra fábrica, pero de tebeos, que entonces era Bruguera, en una época en que el cómic era una industria y lo que importaban eran las tiradas y no había ningún respeto por los derechos de autor, que pertenecían a la editorial”, señala Canyissà. 

CAMPEONIO, DOÑA LÍO Y DON PELMAZO

“Me gusta dibujar y quiero dedicarme a dibujar”, diría Raf a sus padres, cuya respuesta fue: “Tú sabrás lo que haces”. Y lo sabía. Y alumbraría personajes como Campeonio, Don Pelmazo, Doña Tecla Bisturín, Manolón conductor de camión y Doña Lío Portapartes (que sirve a sus  huéspedes garbanzos “con carcoma”, como los que el dibujante comió en la mili en la Marina; una mili, cuyas anécdotas reflejaría en El Capitán Aparejo, y en la que Raf dibujaba a sus compañeros “tías en bolas” que le valdrían un arresto cuando un oficial le pilló y como castigo le encargó dibujos picantes…).   

“Dicen que era un espectáculo verlo dibujar, muy rápido y con gran retentiva de memoria fotográfica”, cuenta su biógrafo. Con un trazo “imaginativo, suelto, vivísimo, enormemente dinámico”, era “un gran dibujante, extraordinario, con un gran talento, todo el mundo lo reconoce, Ibáñez, Jordi Bernet… Se adaptaba a cualquier registro y estilo, realista, humorístico… no le importaba. Tenía una gran versatilidad”, añade sobre un autor que se diversificó en publicaciones como ‘Pulgarcito’, ‘DDT’, ‘Mortadelo’, ‘TBO’ y ‘Jaimito’ pero también en revistas como ‘Butifarra’ o ‘El Jueves’.

Antes de Bruguera, y aún de contable, dibujó en ‘Yanky Boys’, en los cuadernos de aventuras de ‘El Zorro’, en una línea realista, y para Gráficas Marco, que editaba la popular ‘La Risa’, donde publicaría ‘Sherlock Gómez’, precursor de Sir Tim O’Theo) y conocería a Ibáñez. “Era una persona en la que se podía confiar –recuerda en el libro el padre de Mortadelo-. Muy amigo de todos”. 

AVENTURA EN EL EXTRANJERO

En 1960, Raf se arriesgó y dejó Bruguera para probar fortuna con éxito en el extranjero (cotizándose sobre todo en Gran Bretaña y en Chile, donde sin la censura franquista se acercó libremente “al mundo del destape y de chicas atractivas” en revistas como ‘El Pingüino’). Volvería seis años después a la editorial legándole sus mejores páginas y creando a Sir Tim O’Theo. “Es el personaje que le haría famoso y que a diferencia de otros hoy sigue perfectamente vigente. Es una serie que mantiene todo el frescor y que tendría todo el sentido del mundo recuperarla –opina Canyissà-. En ella explota su amor y conocimiento de Inglaterra, su campiña y sus pubs, de cuando trabajó allí. También se nota su origen de buena familia, con sirvienta, en el personaje del criado Patson. Raf se siente muy cómodo en ella. De hecho, según su hija, nunca le vio tan feliz como cuando dibujaba a Sir Tim. Es la serie que siempre quiso hacer”. 

EL DANDI

Pero tras el cierre de Bruguera aún brillaría Raf con la serie ‘Mirlowe & Violeta’ (parodia del detective Philip Marlowe) y trabajaría también en series animadas como ‘D’Artacan y los tres mosqueperros’ y ‘Cobi’. De trato afable y divertido, también podía sacar genio si se enfadaba. Se le describe como “un dandi al que le gustaba vestir bien e ir a la moda, pulcro, elegante y muy educado, impecable y un punto seductor”: un ‘gentleman’, como Sir Tim.