TROIKA DE CANCIÓN IMPROVISADA

Cómo montar tu propio concierto

El trío Big OK presenta su primer disco en la fábrica Fabra i Coats en una velada en la que gestionan desde la altura del escenario hasta el precio de la cerveza

zentauroepp37532587 barcelona 03 03 2017  icult ensayos del grupo big ok  formad170308132041

zentauroepp37532587 barcelona 03 03 2017 icult ensayos del grupo big ok formad170308132041 / periodico

NANDO CRUZ / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

¿Por qué el escenario esta siempre en el mismo sitio? ¿Por qué los conciertos empiezan siempre a la misma hora? ¿Por qué has de tener unos patrocinios impuestos que no puedes discutir? ¿Por qué el público ha de pagar un pastizal en la barra si el músico tampoco va a ver nada de ese dinero? ¿Por qué hay que instalar vallas para mantener al público lejos del escenario? ¿Por qué los grupos han de vivir al margen del público, en su camerino? ¿Por qué los escenarios son tan altos? ¿Por qué ha de haber pausas entre grupo y grupo?

Son solo algunas de las preguntas que la inmensa mayoría de grupos ni se plantean. Hacerlo te obliga a tomar decisiones, pero imaginar cómo quieres que sean tus conciertos es una de las cosas que más feliz hace al dúo Za!. Su batería Edi Pou se ha aliado con la violinista Sara Fontán y el cantautor Paul Fustér en la volcánica troika de canción improvisada Big OK y este viernes estrenan su primer disco en la fábrica Fabra i Coats. Lo harán, cómo no, a su manera. "Yo no disfruto solo tocando en el concierto", asegura Pou. "Hay un disfrute en preparar las cosas. Montar el concierto también es parte de la música y está bien tener derecho a decidir sobre todo. 'Dret a decidir'!", bromea.

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":"\"Hay un disfrute\u00a0","text":"\"Hay un disfrute\u00a0en preparar las cosas. Montar el concierto tambi\u00e9n es parte de la m\u00fasica\", se\u00f1ala Edi Pou"}}

Za! disfruta de su condición de artista asociado a la Fabra i Coats, donde ensayan sin pagar alquiler a cambio de organizar actividades: desde talleres de improvisación conducida hasta charlas. En 2015 publicaron 'Loloísmo', disco compuesto y presentado en la propia fábrica en un concierto autoorganizado. Tan sonado fue el éxito organizativo y de público que les cayó un Premi Ciutat de Barcelona. Con ese bagaje, montan ahora la presentación de Big OK, para la que han invitado al grupo alemán 13 Year Cicada y a los catalanes Astrio.

OTRO TIPO DE CAPRICHO

"No lo hacemos así para ganar dinero: sería más cómodo y seguramente más rentable hacer un Caprichos de Apolo", calcula Pou. Desde luego. Para hacerlo a su manera se han pasado varias noches enganchando carteles por la ciudad, se han reunido con los técnicos de la Fabra i Coats para decidir que no quieren un camerino sino un simple cuarto para guardar los instrumentos, han tenido que coordinar el desplazamiento del grupo alemán y convocar a un batallón de 12 amigos para que gestionen las barras, la taquilla, el acceso a la sala, el montaje del escenario, la venta de discos y hasta la oferta gastronómica.

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":"Si se pierde dinero,","text":"\u00a0lo perder\u00e1 Big OK. Si se gana algo, ayudar\u00e1 a costear la grabaci\u00f3n del CD"}}

El objetivo es que el encuentro con el público sea "lo más agradable y afín a todos. Como músico es algo que puedes facilitar", propone Pou. Y por si algún otro grupo quiere adentrarse en el mundo de la autogestión, aporta todo tipo de datos. Alquilar el equipo de sonido les costará 1.391,5 euros. Solo esta cifra ya supera el alquiler de la sala Apolo. A eso hay que sumar 500 euros para cada grupo, 150 para el técnico de sonido, 60 para cada camarero, taquillera, portero y encargada del 'merchandising', 308,55 de limpieza y 2.700 en cerveza de los que les devolverán el importe de los barriles no consumidos. También hay que pagar los vuelos al cuarteto alemán y 180 del alquiler de un vibráfono.

El objetivo es cubrir gastos. Si se pierde dinero, lo perderá Big OK. Si se gana algo, ayudará a costear la grabación del CD. Económicamente es un riesgo, pero vivencialmente es un imán de ideas y posibilidades. Sobre todo, al estar en la Fabra i Coats. "La fábrica está llena de gente con talento. El otro día me crucé a las Pedra les dije que tendríamos que tapar el escenario con faldones. ¿Qué podríamos hacer?", les lanzó Pou. Pedra es una compañía de vestuario y arte "y ya están maquinando algo con papel de aluminio", apunta el batería.

TOCAR Y HABLAR

Pero, ¿de dónde sale Big OK? Paul Fustér estaba enclaustrado y desmotivado en Cardona y deseaba conocer músicos con los que recuperar las ganas de tocar. Hizo buenas migas con la violinista Sara Fontán y poco después se les sumó el batería Edi Pou. "Nuestros ensayos siempre son 50% tocar y 50% hablar", calcula Pou. Charlando e improvisando brotó un repertorio. Y charlando más, sortearon su aversión a grabarlo. "Toco con dos personas a las que les gusta mucho llevar la contraria a la industria discográfica", asume Pou.

Por contra, como Za! y el sello Gandula han ido aprendiendo a funcionar desde la autogestión, Pou insistió en la opción de autoeditarse. "A mí me gusta hacérmelo yo mismo y no tener contacto con gente con la que no me sienta a gusto", explica. Y por ahí fue más fácil animarse a fijar aquellas composiciones en un disco.  Ya que estamos con los números: las sesiones de grabación y el máster han costado 2.000 euros, prensar 700 CDs no llega a 722 euros y fabricar 500 vinilos, 1.850. Sí, últimamente Big OK están más familiarizados con las hojas de excel que con las partituras.

Big OK también ha devenido una extraña escuela para Paul, Sara y Edi. "De Paul he aprendido a quererme, a aprovechar ideas locas, darles su momento y dejar que se desarrollen. De Edi, a sonreír y ser paciente, a entrar en mantra y disfrutar de la repetición", expone Sara. "De Sara aprendo a buscar más dentro que fuera a la hora de componer y a conducir para llegar a Cardona. De Paul, intento aprender a ser realmente sincero dentro o fuera del escenario", asume Edi. Para Paul Fustér, Sara y Edi son cabeza de cartel de su "museo emocional intercraneal". Traducción: "Tocar con ellos ha terminado una especie de vacío que sentí mucho tiempo. Lo que aprendo con ellos no tiene precio ni palabras".

CÉSPED Y ALUMINIO

A escasas horas para la celebración del concierto, aún quedan mil asuntos por resolver. Hay que encontrar césped artificial a buen precio. Hay que pensar qué hacer con las virutas de aluminio que se regalarán con los discos. Alguien tiene que ir al aeropuerto a por los 13 Year Cicada. No habrá cerveza artesana, pero el precio de la industrial no será abusivo: 2,5 euros. Han acordado que la altura del escenario será de 80 centímetros y que toda la velada será una única secuencia musical (de ocho de la tarde a doce y media de la noche) en la que los cambios entre bandas serán facilitados por Pau Rodríguez, psicoguitarrista de Za! en funciones de chamán sónico; 200 euros más al presupuesto.

Los músicos cenarán y beberán con el público. Y, por supuesto, no habrá vallas que separen al público de los grupos. Precio de la entrada: 10 euros.