Bienvenida, Svetlana

Despertarme este jueves y escuchar la noticia de la que gran novelista y periodista bielorrusa Svetlana Alexiévich ha sido galardonada con el Premio Nobel de Literatura me ha puesto de un humor excelente. Cualquiera que esté familiarizado con su trabajo sabe que siempre ha sido una autora brillante y evocadora. Hace un par de años, di un curso de cine en el Departamento de Periodismo de la Universidad de Massachusetts con el título Los periodistas en el cine.

Una de las películas que los alumnos tuvieron que ver en aquel curso fue el impactante thriller El síndrome de China, con Jane Fonda, Jack Lemmon y Michael Douglas. Poco antes del debate de la película, los chicos habían leído el libro coral Voces de Chernóbil, en el que Alexiévich capturó brillantemente la fuerza del impacto en las personas afectadas por el desastre nuclear. Aquella fue una de las clases más apasionadas y animadas que he dado jamás -en parte responsabilidad de la emocionante película, pero sobre todo gracias a la lectura de ese libro de profunda factura. Espero que los estudiantes que pasaron por la clase recuerden las palabras y los métodos que la autora utilizó para capturar la esencia de aquella historia.

Muy a menudo, cuando el Comité del Premio Nobel de Literatura anuncia a su galardonado o galardonada, la mayor parte de nosotros solemos rascarnos la cabeza y preguntarnos: «¿quién demonios es?».

Bueno, esta vez la respuesta a esa pregunta es que la ganadora debe ser bienvenida. Y el saludo deben darlo no solo los novelistas y los periodistas, sino todo aquel que honre la palabra escrita.

Katzenbach es un afamado autor de best-sellers, fruto de su labor como periodista.