'SAINT LAURENT' ABRE EL CICLO

Bertrand Bonello, explorador de mundos

El cineasta francés protagoniza una retrospectiva del festival D'A

El realizador francés Bertrand Bonello.

El realizador francés Bertrand Bonello.

JUAN MANUEL FREIRE / BARCELONA

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El festival D'A dedica su retrospectiva este año a Bertrand Bonello, director francés del que solo un título, Casa de tolerancia, se ha estrenado aquí comercialmente. Toda una injusticia: Bonello es un director osado y sugestivo, obstinado en trasladar a la pantalla, con profundidad intelectual e intensidad estética, los otros mundos que están en este.

En Casa de tolerancia era un burdel del París de principios del siglo XX entrado en su fase de decadencia; en la anterior, Tiresia, su heroína era una prostituta transexual. De la guerre se situaba en las tripas de una secta dedicada a la búsqueda del placer absoluto. Y su último filme, que abrió el D'A el viernes, tiene como paisaje el mundo aislado de la realidad que es la alta costura: hablamos de Saint Laurent, Saint Laurentbiopic.

No, no se trata de Yves Saint Laurent, esa es otra película. Aquella sí que contó con la aprobación de Pierre Bergé, compañero, amante y socio del modisto. No, en la de Bonello el personaje de Bergé no sale demasiado y se explora a conciencia el romance de Saint Laurent (Gaspard Ulliel) con el dandi Jacques de Bascher (Louis Garrel), también amante de Lagerfeld. Según Bonello, la otra versión, que vio hace unas semanas «por streaming», es «muy distinta, muy oficial».

Saint Laurent tuvo una existencia complicada, a pesar del lujo, y Saint Laurent trata de reflejarlo. El filme recorre sobre todo la época que va de 1967 a 1976, en la que según Bonello «aparece lo más importante de su creación; en esos años crea todo por lo que es recordado». Son años tumultuosos en el mundo real, como el director recuerda en determinado momento dividiendo la pantalla en dos: a un lado, las manifestaciones de mayo del 68 y el terremoto de Perú en el 70; al otro, creaciones de Saint Laurent. «Quería recordar que por muy importante que pudiera ser el personaje, al fin y al cabo, solo hacía vestidos. Tampoco estoy loco por la moda».

CINE Y MÚSICA / A Bonello le interesa más, por ejemplo, la música: antes de ponerse a dirigir coqueteó con la clásica y el rock (en el grupo underground Coven). Esa experiencia ha ejercido una gran influencia en su forma de hacer cine. «A menudo la música es lo primero en mis películas. No es un adorno, está ahí para decir algo. Cuando pienso en una secuencia pienso en su sonido: ¿Qué escucho? ¿Es un tema original? ¿Es uno que he de componer yo mismo?».

Hace poco filmó una película de concierto de Ingrid Caven, la actriz/cantante musa de, por ejemplo, Saint Laurent. No sabe si volverá a rodar algo así. «No trato de seguir una línea. Solo me agarro a las que considero buenas oportunidades de hacer una película interesante».